Destinados a la eternidad Cap 4

Eran 8h45 de la mañana; hacia mucho frío como era habitual, un joven musculoso de piel morena rojiza y apuesto seguía dormido, estaba teniendo un sueño recurrente que aunque lo deseara parecía no querer esfumarse.

- ¡Jake! ¡despierta! ¡por favor despierta! – oía a lo lejos, pero por mas que intentaba despertarse no podía hacerlo -
- Jake, ¿que te sucede? ¡por favor despierta! ¡despierta! -y sintió como un chorro de agua helada caía sobre su rostro y se levanto asustado
- ¡Hermana como haces eso! Lo has empapado todo -dijo Lhyon en tono de reproche a su hermana que se estaba riendo con una jarra en la mano mientras ella le pasaba una toalla a Jake para que se seque un poco.
- No me mires así hermanita es que estaba asustada pues, Jacob si que asusta cuando tiene pesadillas y a única manera de despertarlo era echándole agua o ¿como esperabas que se despierte? -dijo en tono divertido


- ¿Estaba gritando?
- Pues si nos asustaste mucho.
- ¡Aja! Por eso te eché agua ja, ja, ja
- Esa no era la manera de levantarlo no, no, no -mientras hacia un gesto de negación con el dedo índice
- Pero ya esa despierto ¿No?
- Disculpen por haberlas asustado, Gracias por despertarme
- Hay tu solo pasas disculpándote por todo, como te puedes disculpar por tener pesadillas, después de todo tu vida no ha sido tan fácil últimamente – dijo Llendy
- Es solo que hacia mucho que no me sentía en familia
- Pues ahora eres nuestro hermano -dijo Lhyon mientras lo abrazaba
- Bueno, hermanita dejemos a Jacob solo para que se bañe y se cambie y poder ir de compras – le decía Llendy a Lhyon mientras la halaba afuera del cuarto- ¡Ah! Por cierto Jake te deje un cambio de ropa de mi papa, cuando estés listo bajas a desayunar.
- Esta bien Llen, gracias
Las gemelas salieron del cuarto y el se levanto de su cama y camino hacia el baño y se miro en el espejo con el ceño fruncido
- De nuevo este sueño que más bien es una pesadilla ¡BASTA JACOB BASTA!, debes dejar de pensar en ella ¡DEBES SEGUIR ADELANTE!, ¡DEBES SUPERARLO!, no debes preocupar a las chicas con tu pasado esto ¡No debe suceder de nuevo! ¡No las debes preocupar!
Dicho esto se encamino hacia la ducha se despojo de la ropa y abrió el grifo, el agua empezó a rodar sobre cada músculo de su espalda, pecho y abdomen, paso las manos con jabón, sobre su rostro y el resto de su cuerpo para luego enjuagarse.
Salio del baño con una toalla alrededor de su cintura procedió a ponerse unos vaqueros azules y una camisa blanca con unos tenis, los cuales le habían dejado en la cama, bajo a la cocina y las gemelas ya tenían servida la mesa.
- Te quedo bien la ropa de papá – dijo Llendy mirándolo de arriba hacia abajo
- Si, se te ve bien hermano – dijo Lhyon con la cara roja como un tomate
- Gracias por elegirla
- De nada, es placer
- Buenos días, muchacho -le palmeo la espalda
- Buenos días Sr. Murdock
- Por favor, dime Luis
- Esta bien, Buenos días Luis, ¿Así esta bien?
- Si, así si
- ¿Y estas listo para salir con este par?
- ¡Papá! -dijo Llen
- ¿Qué? ¿No he dicho nada?
- ¡Pero lo pensaste!
- Tranquilízate hermana, mi papa lo hace solo por molestarnos, ya sabes como es el -Dijo Lhyon tratando que su hermana se tranquilice
- Luis, no se preocupe, creo que podré soportar el salir con este par… de hermosas mujeres – añadió antes que Llen se vuelva a exaltar, y les dedico una sonrisa al estilo Jacob Black
- ¡Pues bien a desayunar se ha dicho! – dijo Luis y empezaron a desayunar
Cuando terminaron de desayunar, las chicas recogieron la mesa y lavaron los platos. Le dijeron a Jake que se vaya a ver la televisión mientras ellas terminaban los quehaceres de la casa, se limito a hacer zapping en la TV y a observarlas por ratos para asegurarse si no necesitaban alguna ayuda, pero cuando quería ayudarlas con algo lo sacaban del sitio alegando que ellas podían solas y que se vaya a ver la televisión.
No se dio cuenta en que momento se quedo dormido pero un comercial de televisión lo hizo despertar que se sobresalto un poco. Miro el reloj que daban las 9h00 en punto de la mañana, no había dormido mucho tiempo pero al menos no soñó nada y eso era lo importante, se estaba encaminando hacia las escaleras, cuando las gemelas bajaron.
- ¡Hey! mis gemelas favoritas -poniendo los ojos como platos- están hermosas
- Gracias Jake, y somos las únicas gemelas que conoces obvio somos tus favoritas -dijeron las dos al mismo tiempo-
- Vaya que sincronizadas.
- A veces nos sucede -dijo Lhyon
- Lhyon coge las llaves del coche y vámonos. Jake tu manejas
Lhyon le dio las llaves a Jake y se iba a encaminar al coche; pero él no le soltó la mano; se la quedo mirando no sabia ¿Por qué? ni ¿Cómo empezó a acercarse a ella poco a poco?
Ella estaba petrificada ante esa actitud aún así no movió ni un músculo solo cerró sus ojos, iba a ser su primer beso, sentía su respiración acompasada, sentía el rubor subir a sus mejillas, cada ves sentía la respiración de él mas y mas cerca; cuando parecía que iba a suceder una voz los interrumpió.
- Espero no interrumpirles nada importante “¡hermanitos!” – dijo en tono sarcástico.
- Este… ¡ya vamos! – dijo Lhyon algo nerviosa mientras corría a subirse al coche, se sentó en la parte de atrás del carro dejando que Llendy se siente en el puesto de copiloto.
- Ya voy – dijo mientras empezaba a dirigirse al coche. Abrió la puerta e ingreso al coche puso la llave en el contacto, encendió el carro y empezaron a salir de los linderos de la casa.
- ¿Hacia donde? – pregunto y Llendy le dio las indicaciones para llegar al Value Center
- ¿Entendiste?
- Si, creo que si.
- Pues bien y porque se demoraron tanto para subir al coche – pregunto Llendy fingiendo curiosidad – ¿Que tanto hacían tan cerca uno del otro?
- Hermana ¡que dices! – sonrojándose hasta las orejas – solo se me metió algo en el ojo ¿Verdad Jake que solo fue una basurita en el ojo?
- Si, solo una basurita – repitió con tono monótono haciendo una mueca
- Pues a mi no me pareció una basurita en el ojo, estiba a ser ¡un beso!
- ¿¡Un beso!? Hermana que cosas dices – dijo tratando de parecer natural
- Pues no soy ciega y me pareció que Jacob iba a besarte. ¿Qué me dices tú? – se volteo a mirar a Jake
- ¿Yo?
- ¡Si tu!
- ¿Yo que?
- NO te hagas el desentendido ¡JACOB BLACK!, me refiero al beso que le intentabas dar a mi hermana – dijo tratando de bajar el tono de voz ya que se había exaltado un poco, bueno mucho; pero es que le daba coraje que no le tuviesen confianza; después de todo entendía que el se fijara en su hermana antes que en ella. Lhyon era muy tierna y dulce, todo lo contrario que ella, que era extrovertida y se enojaba con facilidad. Ella lo entendía. – y bien sigo esperando tu respuesta.
- Pues ¿que quieres que te diga?
- LA VERDAD, ¿Ibas a besar a Lhyon?
- Si
- ¿por que?
- Porque…. Pues porque – no sabia como responder a esa pregunta, pues ni el mismo sabia el ¿Por qué?
- Sigo esperando….
- Pues porque Lhyon ha sido muy dulce conmigo
- ¿Y acaso yo te he tratado mal?
- No, no quise decir eso. – detuvo el carro se acerco a Llen y le dio un sonoro beso en la mejilla – Gracias – le dijo, se volteo para ver a la otra joven y le dedico una sonrisa – Pues bien; eso era lo que iba a hacer pero tu interrumpiste. Las dos se quedaron con los ojos como platos ante la reacción de Jake, pero Lhyon empezó a reír como una loca.
- Hermana, Jacob te ha besado – dijo en tono burlón, pero a la ves se sentía un poco triste por lo que no pudo ser aunque no lo demostró y siguió molestando a su hermana – viste mas fue el escándalo que armaste
- No fue ningún escándalo – les saco la lengua – es solo que yo quería saber si entre ustedes había algo, eso es todo
- Hay Llen, Llen que imaginación la tuya hermanita, Jake recién llego ayer y tu ya te estas haciendo historias en tu cabecita
Aunque no podía negar que desde el primer instante que lo vio se sintió atraída hacia el, nunca había tenido ese tipo de sentimiento hacia nadie, por eso no sabia exactamente que sentía por él, pero tendría mucho tiempo para pensarlo, después de todo él se quedaría en su casa, iría con ella al instituto; él estaría ahí y ella podría descubrir que era lo que en realidad sentía su corazón.
- Si, llegue ayer, pero las quiero mucho a las dos; como si las conociera de toda la vida. Ustedes me han hecho sentir muy bien con solo unas horas de haber convivido juntos.
- Nosotras también te queremos – dijeron al mismo tiempo y los tres estallaron en risa
Jacob emprendió el camino de vuelta al Value Center, entre charlas y chistes entre ellos. Cuando al fin llegaron al Value, estacionaron el coche y entraron al gran Almacén fueron directo a la sección de hombres y empezaron a tomar toda la ropa de hombre que cabían es sus brazos; se dirigieron hacia Jake y lo agarraron una por cada brazo y literalmente lo arrastraron a los vestidores le pasaron la ropa para que se la empezara a probar.
Cuando al fin decidieron que tenían todo lo que Jacob necesitaba lo llevaron a la caja para pagar; mas de una vez Jacob se quería acercar a ver cuanto era lo que las chicas le habían hecho gastar, pero una de ellas siempre lo apartaba de la caja alegando que el iba a trabajar para pagar lo que habían gastado.
Luego se dirigieron a la parte de útiles escolares y fue casi lo mismo pero esta vez compraron para tres, ya que los tres iban a ir al instituto y juntos ya que el Sr. Murdock se las había arreglado para que tengan todas las clases juntos.
Habían pasado tan entretenidas comprando y molestando a Jacob; que no se habían dado cuenta de que eran las 13h35 de la tarde hasta que Jacob les hizo acuerdo que tenían que comer.
- Niñas tengo hambre -dijo haciendo puchero como si fuese un niño
- ¡OH! Jacob lo siento se me olvido por completo – dijo Llendy
- Y a mi también lo siento dijo Lhyon muy apenada
- No importa, después de todo, las mujeres son así cuando compran ¿NO? -dijo arqueando las cejas y sonriendo – pero de veras tengo hambre – se toco la panza y su estomago gruño de hambre lo que hizo que todos se rieran
- Creo que debemos irnos sino Jacob va a empezar a comerse todo lo que encuentre a su paso – dijo Llendy – los tres asintieron y se marcharon
El camino de regreso a casa fue mucho mas entretenido; molestaban a Jacob por como su estomago gruño cuando pasaron por el área de súper mercado y todos se voltearon a verlos; el solo se sonrojo, salio corriendo y las gemelas tras el.
Al llegar a casa dejaron las compras en la sala y fueron directo a la cocina; mientras Lhyon hervía la pasta y picaba la carne, Llendy estaba preparando la salsa y así recorrían toda la cocina para preparar sus alimentos.
Jacob solo se limito a verlas; sentado en la mesa de la cocina, ya que las chicas no lo dejaban hacer nada a veces, pero solo a veces eso lo hacia sentirse un inútil. Pero otras veces se sentía tan bien, que para variar, alguien cuide de él; esa era la única razón por la que no discutía con ellas para que lo dejen ayudarlas.
- ” Recuerda que desde mañana empezaras a trabajar con papá y eso te va a desgastar mucho y aparte la escuela… como crees que te vamos a pedir que hagas las cosas de la casa… Eso no, no, no para eso estamos nosotras… las señoritas de la casa” – Esas fueron las palabras que Lhyon y Llendy le habían dicho, ellas eran tan maternales; de veras se preocupaba demasiado por su padre y ahora por él.
Sentado en esa silla viéndolas de un lado para el otro pensó como era posible que en el instituto no se dieran cuenta que ellas eran las mejores chicas del mundo y que cualquier persona; incluso un hombre-mitad lobo quisiera tener muy cerca.
Salio de sus pensamientos cuando un exquisito olor a pasta ingreso a sus fosas nasales, tomaron el almuerzo sin decir palabra alguna, tenían demasiada hambre como para empezar una charlar, al terminar lavaron los platos y se fueron a la sala a coger las cosas que habían comprado separaron los útiles en tres partes; y pusieron los dentro de los bolsos, cada uno tomo su bolso respectivamente y los pusieron en el gancho de la entrada.
Subieron al cuarto que ahora era de Jake con los demás paquetes en los que había la ropa y las chicas empezaron a arreglar el cuarto para dejarlo mas confortable, esta vez si permitieron que las ayudara ya que tenían que mover cosas pesadas pero el las ayudo con gusto y como siempre con una sonrisa que hacia derretir a cualquiera.
Le pusieron sabanas nuevas y acomodaron las ropas nuevas en el armario; pusieron una cortina en el baño y una toalla y todo lo necesario para su aseo personal, ellas cubrieron hasta el último detalle para hacer que el cuarto esté confortable.
- Ahora si, esta perfecto – dijo Llendy en tono se suficiencia secándose el sudor con las manos
- Y, ¿Te gusta? – Lhyon lo miro buscando una respuesta
- Si esta muy lindo – mientras se ponía en medio de las dos y las unía en un abrazo – ustedes son muy exageradas con los detalles – y procedió a darle un beso a Lhyon en la mejilla lo que dejo muy desconcertada a la joven que lo quedo mirando
- ¿Qué paso? – pregunto Jake al ver que no se había movido ni un centímetro – ah ya veo – dijo cuando ella se llevo una mano a la mejilla – te lo debía – le dijo como si eso lo explicara todo
- ¿Me lo debías? – pregunto confusa
- Si, te lo debía, ¿recuerdas? -señalando a la otra joven el la habitación – Ya le di un beso a Llendy, pero tu faltabas, o ¿Qué? ¿pensaste que no te iba a agradecer por todo lo que has hecho por mí de la misma manera que se lo agradecí a tu hermana?
- Pues no me había puesto a pensar en eso
- Hay mi hermana, se te olvida que Jacob solo se la pasa disculpando o agradeciendo todo – dijo en tono burlón – el aun no se acostumbra a vivir con dos niñas tan generosas como nosotras – haciendo referencia a ellas con las manos
- Que modesta eres – le dijo Jacob mientras le revolvía el cabello
- Bueno, bueno creo que todos los que están en esta habitación necesita un baño urgente – dijo Llen – ¡Ah! Jake ya te puse lo que te vas a poner en la cama
- ¿Y en que momento hiciste eso?
- Cuando mi hermana se quedo pasmada por tu beso – dijo señalando a la otra joven, la cual se sonrojo de inmediato
- Ah, pero no debes tomarte la molestia yo bien podia haberla elegido
- Si, pero es costumbre, nosotras siempre elegimos la ropa de papa, mañana Lhyon te elegira la ropa – y esbozo una sonrisa
- Ustedes de verdad que son las mejores personitas con las que me he podido encontrar en toda mi vida – las abrazo a ambas que encajaron perfectamente en los brazos de el
- Nos asfixias – dijeron las dos
- Bueno, creo que ahora debemos irnos a bañar – dijo Lhyon al zafarse del abrazo de Jake
Las gemelas salieron del cuarto y cerraron la puerta para irse a bañar. Se dirigió al baño y se dio una ducha. Al salir miro de nuevo el cuarto y recordaba como las chicas la habían arreglado ese cuarto con tanto ahínco, se sentó en la cama y miro la ropa perfectamente acomodada en la cama – sonrío para si mismo – y se la empezó a poner – el no era detallista con la ropa después de todo se acostumbro tanto a llevar esos pantalones cortos o estar en su forma lupina, que se olvido lo que era estar vestido completamente.
Se miro un poco en el espejo del ropero y no estaba mal después de todo las gemelas tenían buen gusto y le dieron perfecto con su talla en cada ropa que le pasaron cuando lo tenían en el vestidor del almacén – río ante ese recuerdo – se acostó en la cama y miro el techo y en cuestión de segundos se quedo dormido.
Eran las 7h15 cuando se levanto miro todo a su alrededor y un olor a lasaña entro por sus fosas nasales – de verdad que les gusta la pasta – dijo en voz alta. Salio de su cuarto y bajo las escaleras en la sala vio al padre de las jóvenes, lo saludo se sentó a su lado y empezaron a ver la TV sin hablar de nada que no fuera football. Las chicas sirvieron la mesa y llamaron a los hombres de la casa para que coman; cuando se sentaron a la mesa empezaron a comer.
Le contaron a su padre todo lo que habían comprado y lo que hicieron durante el día no omitieron ningún detalle, ninguno… Cuando llegaron al tema del beso todo quedo más que claro que era solo un tierno beso entre hermanos y se rieron por la actitud celosa de Llendy, Ella también se rió ante el recuerdo y se disculpo por haber sido tan inmadura.
El Sr. Murdock se sentía muy contento al ver que sus hijas se sentían cómodas con la presencia de Jacob en la casa, ya que el no les conocía amigo alguno; siempre eran ellas dos, la una para la otra. Después de todo la decisión de llevarlo a vivir ahí no fue tan mala.
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