El jefe y la recepcionista Cap 12

"Una noche de Amor"

Karen Pttzn

"El sueño que tanto esperaba se ha hecho realidad"

Edward POV

-Creo que lo mínimo que puedes hacer es besarme.

Oh no! De por si ya tenía que hacer un gran esfuerzo por mantenerme alejado de ella, y en este mismo instante ella me había pedido un beso. Quería que la besara. Yo era su jefe y prácticamente le prometí que no la tocaría. Aparté los ojos de la boca tentadora de Bella y miré a los ventanales. Afuera reinaba la oscuridad. Era hora de llevarla a casa antes de que olvidara mis buenas intenciones. Ya era hora de...

Volví a mirarla a los ojos. Error. Me sentí ahogado y estaba perdiendo la batalla. Yo solo era un hombre ¿Cómo podía resistir la tentación cuando ella misma me había pedido que la besara? Levantando mis manos enmarqué su cara, y rocé suavemente sus labios. Pero mi intención inicial, de darle un beso rápido y superficial, se desvaneció por completo cuando Bella dejó escapar un gemido, me rodeo el cuello con sus manos y se arqueó hacia mí.

Los labios de ella eran suaves y apasionados. Bella mordisqueo ligeramente mi labio inferior, dejando escapar gemidos que hicieron añicos mis buenas intenciones. El beso se intensificó y deslicé mis manos sobre sus brazos y luego las bajé hacia las asentaderas, me estaba volviendo loco. Tenía que poseerla, estaba a punto de perder el control por completo. No, no podía hacerlo.

Saqué la fuerza necesaria para interrumpir el beso. Bella tenía las mejillas encendidas y los ojos brillantes. Le acaricié los labios y le dije:

 

-No deberíamos hacer esto. Te dí mi palabra.

Bella levantó la barbilla y me miró con esos dulces ojos.

-Por favor, no me apartes de tu lado Edward.

-Ayy Bella- la apreté contra mí y le besé el pelo-. ¿Que voy hacer contigo?

-Yo diría que lo estabas haciendo muy bien.

Hice un gemido y supe que la batalla estaba perdida.

-Aquí no.

Bella POV

-¿Donde vamos?- pregunté deseosa.

-A mi casa.

Di un respingo en el asiento, no podía creer lo que pasaba.

-¿Te parece bien?

-Si muy bien.

Su voz era sorprendentemente serena y segura, teniendo en cuenta que Edward me estaba llevando a su casa, casi con toda seguridad para hacerme el amor. Cerré los ojos; era prácticamente imposible que esto estuviera ocurriendo. Pero tenía la sensación de que era lo que tenía que pasar, y que este era el momento perfecto.

Edward estacionó el coche en el aparcamento subterráneo de un alto edificio de apartamentos, un bloque de acero y cristal, y me llevó hasta el ascensor.

-Vivo en el último piso- dijo él tomándome de la mano-. Espero que no tengas vértigo.

-Me aterran las alturas- Bromeé

-En ese caso tendré que ocuparme de calmar tus miedos- dijo cuando entramos al ascensor-. ¿Estas bien?

La única respuesta que le dí fue un apretón de manos. Edward me acercó a él y me besó en la mejilla. Flotando en una nube de deseo, me envolví en sus brazos y le ofrecí mis labios para otro beso. Edward no se hizo de rogar y me besó con excitante lentitud.

-Ahora que estamos siendo sinceros el uno con el otro, te diré que ha sido una de mis fantasías- murmuré.

-¿Que te besen en un ascensor?

-Que mi jefe me bese en un ascensor.

Edward soltó una risita. Las puertas del ascensor se abrieron y salimos a un pequeño vestíbulo con una sola puerta. Con una tarjeta de plástico, Edward abrió la puerta del lujoso apartamento.

Fue como entrar en los decorados de una película. El apartamento era impresionante, con kilómetros de moqueta blanca , modernos y elegantes muebles y electrodomésticos en la cocina. A través de los enormes ventanales que cubrían prácticamente toda una pared, se podía contemplar toda la nocturna ciudad de Forks.

-Oh, es fabuloso- exclamé.

-De momento cubre mis necesidades- dijo tomándome de las manos-. ¿Tienes hambre?

-La verdad es que no.

no de comida le dije con la mirada.

Edward entendió la insinuación y me atrajo hacia él.

-¿Te han besado alguna vez en un ático?

-Nunca- dije en un susurro metiéndome entre sus brazos.

Edward me besó detrás de la oreja y la garganta provocándome estremecimientos de placer.

-¿También es una de tus fantasías?

-Acabo de añadirla a mi lista.

Cerré los ojos mientras continuaba besándome.

-Hm, qué gusto- susurre- Y dime, ¿Cuál es tu fantasía?

Edward soltó una risita.

-Esa puede ser una pregunta peligrosa.

-No lo creo Edward, confío en ti.

-Espero merecer tu confianza, Bella.

-Tranquilo- dije dándole un puñetazo juguetón en el estómago.

-Estaré encantado de compartir mi fantasía contigo. Sólo me llevará un minuto organizarlo.

Pocos minutos mas tarde, Estaba acurrucada junto a él en el sofa con una copa de vino en la mano mientras veíamos el programa de Anthony Bourdain.

-Desde que hablamos en el taller de la cocina, lo he visto todas las noches- confesó-. Y te imaginaba aquí conmigo viéndolo también.

Sorprendida, deje la copa en la mesa. ¿Todas las noches? Era increíble que Edward había estado pensando en mi todo el tiempo, increíblemente fabuloso.

-¿Y...y que hacía yo?¿En tu fantasía?

-Oh, estabas muy pegada a mi- con el brazo por encima de mis hombros, Edward depositó un beso en mi pelo, y me apretó más contra él.

-Edward, espero que que en esa fantasía me hicieras el amor.

-¡Oh, Bella!

Me apretó más a él y me tomó con intensidad los labios. Los dos teníamos una urgencia de besarnos y acariciarnos. Lentamente sin dejar de besarnos, Edward me condujo hacia su recámara y con urgencia empecé a desabotonar mi camisa, dejando mi sostén al descubierto. Edward hizo lo mismo con su chaqueta y su camisa. Edward me acarició la espalda desabrochando mi sostén. Gemí de deseo y, sin, apenas pensarlo, los dos empezamos a desnudarnos mutuamente.

-Gracias- murmuré cuando habíamos terminado. Mi cabeza estaba apoyada sobre su pecho-. No tienes idea de lo agradecida que estoy.

Edward soltó una risita y apoyó su mano en mi cintura acariciando desde ésta, a la cadera.

-Estoy seguro de que el agradecimiento es mutuo.

-Ha sido perfecta mi primera vez.

-¿Tu primera vez?¿Por que no me lo habías dicho?

-No...no quería espantarte.

-Pobrecita. Si lo hubiera sabido, habría tenido más cuidado contigo.

-Lo has tenido, Edward.- lo tomé de las manos y le dije:- sabes, desde que te vi en el estanque con tus sobrinos, supe que eras una buena persona.

-¿Yo, una buena persona? odio que me llamen así.

-Ya estás otra vez, haciéndote el duro, cuando en realidad eres un blandengue. Conocerte, aprender a confiar en ti, hacer el amor contigo.. todo ha sido...

-¿ Terapéutico?

Solté una carcajada, la verdad era casi la palabra correcta.

-En serio, Edward, tú eres mejor que cualquier otra terapia- dije con voz sensual y provocadora.

Edward me apegó hacia él y me dijo:

-En serio, Bella, creo que voy a recomendar un poco más de terapia.

Sonreí en la oscuridad.

-En serio, creo que va a ser lo mejor.

Edward POV

Me desperté a la mañana siguiente con una sensación de bienestar. A mi lado, Bella dormía profundamente. Tenía un aspecto increíblemente joven e indefenso, sentí la urgente necesidad de despertarla. Unos besos serían suficientes para despertarla y volver hacerle el amor.

No debería hacerlo, era viernes por la mañana, me esperaba un día desagradable en el trabajo. Estaba acontumbrado a despertarme todas las mañana con una sensación de preocupación, pero este día debería enfrentarme a unas deberes especiales: despedir a Gianna y notificar a sus competidores los que estaba planeando. Tenía que volver a repasar las estrategias a lo largo del plazo.

Fui a la cocina y encendí la cafetera y luego fui a ducharme. Bella se despertó cuando salí de la ducha. Se sentó sobre la cama y olisqueó el aire.

-¿Has hecho café? ¿Que hora es?

-Hecho café por que debo ir al trabajo. Son las siete.

-¡Nooo!- dijo mientras se ponía de pie-. ¿Tenemos tiempo para que pase por ropa a mi apartamento?

-Si te apuras, sí.

-Pero hay que hacer algo de desayunar Edward, no puedo sobrevivir solo con una taza de café- se metió al baño pero luego asomó su cabeza por la puerta- Ah, por cierto, me acabo de acordar que hoy es la fiesta del hospital.

Si, hoy era el "gran día" estaba nervioso, menos mal que llevaría a Bella a la fiesta pero...¿Será suficiente ella para calmar mis nervios?

Llegué a la oficina de la empresa después de haber pasado por la casa de Bella para que buscara un poco de ropa y de darnos unos cuantos besos. Inmediatamente avisé a las autoridades de la estafa de Gianna, Obviamente ella lo negó, pero con pruebas, ella se rindió. Obviamente yo quedé aliviado, no imaginaba ni siquiera la empresa en banca rota.

El trabajo duró muy poco, Le avisé a Bella que pasaría por su casa a buscarla como a las cinco de la tarde después de salir del trabajo y darnos unos veinte besos.

Llegue a darme una increíble ducha y me puse mi esmoquin de color negro, debí ir presentable para la fiesta. ¿Como se vera Bella? De por si ella era hermosa, no me la imaginaba con él vestido...

Me subí al coche directo a la casa de Bella...