Cap 16: Futura Señora Cullen

Por Diana Méndez   Publicado a las  3:29 p. m.   3 comentarios



Capítulo 16: Charlie (Parte II)

CHARLIE POV

-Charlie, Sue, Leah-nos llamó Edward con voz segura como cuando alguien va a decir algo importante.

Eso me llevó a pensar que quizás había obtenido un ascenso laboral y quería darnos la noticia, puede que ahora tuviera un puesto de trabajo aún más importante del que tenía en el hospital aunque debido a su tono de voz, el cual era demasiado formal y exageradamente serio, comencé a pensar que quizás lo que fuera a decirnos sería algo realmente importante, incluso más importante de lo que yo pensaba, lo cual provocó que comenzara incluso a asustarme.

¿Tendría algún problema él? O, ¿algo estaba mal con Bella? ¿Por qué no hablaba de una maldita vez? Pues lo único que hacía era mirar a mi hija, la cual le sonreía mientras le devolvía la mirada ¡no, definitivamente no podría pasar nada malo entre ellos! Ya que en sus miradas había un extraño brillo que reflejaba dicha y felicidad por lo que rápidamente deseché esa absurda idea

La intriga iba a acabar conmigo.

-Bella y yo nos vamos a casar en dos meses-suspiré tranquilo al percatarme de que nada iba mal

¡Un momento! ¿Había dicho que se c-casaban? ¿O, estaba siendo víctima de mi imaginación? No podía pensar con mucha coherencia pues el pedazo de hot cake que había metido en mi boca segundos antes casi termina por quitarme la vida, por un momento creí que incluso me atragantaría, por lo que empecé a toser disimuladamente ganándome la preocupada mirada de todos por un momento hasta que finalmente logré que el trocito de hot cake llegara a mi estomago sin ningún tipo de desviación que me provocara ir al hospital.

Cuando por fin conseguí poder respirar con tranquilidad, mis ojos, involuntariamente, viajaron hasta sus manos unidas—las cuales ahora estaban sobre la mesa— donde se quedaron clavados en el anillo que Bella poseía en su mano izquierda. Entonces fue cuando comprendí que mi mente no me había jugado una mala pasada y que muy a mi pesar, había escuchado alto y claro las palabras de Edward.

¡Dios! ¿Cómo no había reparado antes en la mano de Bella? ¿Cómo diablos no había visto antes ese anillo en su dedo? ¿Cuándo lo habían decidido? Miles de preguntas atoraban mi mente pero sin duda la que más retumbaba en mi cabeza era ¿por qué se casaban?

Eran jóvenes, tenían tanto tiempo por delante, además por qué en dos meses ¿tenían pensado irse a algún lugar? ¿Acaso Bella estaría embara…? ¡Dios! ni si quiera podía decirlo, mi cabeza me empezaba a doler.

Había alejado mi mente de aquella cocina y no volví hasta que sentí como Sue, la cual se encontraba sentada junto a mí, me pisaba levemente el pie por lo que volví a fijar mi vista en Bella y Edward donde este ultimo comenzó a hablar nuevamente.

-sabéis que la adoro-juró refiriéndose a Bella o por su bien más vale que se refiriera a ella.

¡Jesús! Pero qué estoy pensando ¿a quién se va a referir entonces?

Mi cerebro comenzaba a impedirme pensar con claridad

-Y que la quiero muchísimo y, tengo la suerte de ser correspondido por lo que hace un par de semanas tuve la oportunidad de conseguir que ella aceptara que le pusiera este anillo en su mano, y bueno, Charlie quizás he cometido el error de no haberte pedido su mano antes como hubiera sido lo correcto pero las cosas sucedieron de ese modo así que solo deseo que contemos con vuestro apoyo y que estéis igual de felices como lo estamos nosotros al tomar esta decisión-dijo con seriedad Edward.

No era un tema sobre el que estuviera bromeando así que supe que esto no se trataba de una tomadura de pelo o algo así, esto era real.

Escuché y sentí el fuerte grito de Leah retumbando en mis oídos mientras saltaba de su silla para así poder abrazar a Edward y a Bella gritando un gran "¡Felicidades chicos!, Bella has pillado a un buen partido, y Edward ¿qué quieres que te diga? Bella es una gran tía, y además esta buenísima" guiñándole un ojo a este ultimo y ganándose una risotada por parte de Bella mientras que Sue cariosamente los había abrazado a ambos felicitándolos alegremente.

Yo, en cambio, no podía mover ni la más mínima parte de mi cuerpo pues simplemente mi cerebro no reaccionaba, ya que únicamente podía escuchar como en el interior de mi cabeza retumbaban las palabras que Edward había pronunciado, aunque ¿a quién quería engañar?

Por muy subreal que me pareciera en este momento ¡Esto no me sorprendía en lo más mínimo! Llevaban mucho tiempo juntos y ambos eran tan unidos, eran como una sola persona, incluso Bella sería incapaz de respirar otro aire diferente al que Edward respiraba… pero la sola idea de pensar que ese miedo que sentía de que ella creciera y se hiciera una mujer estuviera a punto de convertirse en una realidad me provocaba escalofríos pues, a pesar de saber que algún día me vería en esta situación había tenido la patética esperanza de que quizás esto hubiese ocurrido un poco más tarde, puede que en uno o dos años más… Un hombre tiene derecho a soñar.

Pero la realidad era esta así que no me quedaba de otra que sonreír, darles mi apoyo y bendición, ¿Qué otra cosa podía hacer? Si muy a pesar Edward me caía bien y había logrado ganarse mi perdón, además era un gran hombre por lo que sabía con certeza que sería un excelente marido y que sabría cuidar de ella.

Él cuidaría, protegería y amaría a Bella tanto como ella merecía y no imaginaba a nadie mejor que él para eso.

-Hmmm… ¿Papá?-inquirió Bella sacándome de mis pensamientos

-¿no vas a decir nada?-preguntó algo nerviosa y lo mejor por mi parte seria hablar de una buena vez, no quería que ella malinterpretara mi silencio y pensara que no estaba feliz ya que en cierto modo admito que sí que lo estaba.

¿Quién no lo estaría al saber que su hija ha encontrado a alguien con quien compartir su vida e incluso formar una familia? Es cierto que la tristeza también se había apoderado de mi, ella siempre seria mi pequeña niña consentida pero la dicha que sentía por ella era aun mayor.

Cuando decidí de una vez por todas hablar vi por el rabillo del ojo como Sue— al comprender la expresión que en estos momentos debía reflejar mi rostro—junto con Leah se disculpaban y salían de la cocina dejándonos solos y con algo de privacidad a Edward, a Bella, y a mí, gesto que realmente agradecí, a pesar de estar en familia necesitaba hablar con ellos dos a solas.

-Así que ¿os vais a casar?-me las apañé para que la voz me saliera clara a la vez que observaba como ellos volvían a tomar asiento frente mi pues anteriormente se había puesto en pie para así poder corresponder a los abrazos de Sue y Leah.

-Sí, papá-respondió Bella quien había comenzado a juguetear con sus dedos disimuladamente mientras que sus ojos estaban fijos en los míos al igual que los de Edward.

Lucían muy inquietos, ambos.

-Pero ¿por qué tan pronto?-no pude evitar preguntar con confusión aquello

- Todavía sois jóvenes, tú solo tienes 23 años, podríais esperar algún tiempo más, ahora es el momento de disfrutar, de salir, no de comprometerse, y el matrimonio es un compromiso demasiado importante Bella.

-Papá-pronunció con una tranquilidad que no era del todo cierta

-estar casados no nos va a impedir divertirnos y salir, simplemente queremos unir nuestras vidas y para qué esperar dos años o tres si lo que sentimos no va a cambiar, ¿Por qué no hacerlo ahora?-habló con seguridad

-Yo estoy segura de Edward y él lo está de mí, ¿No es eso lo importante? No veo ningún motivo por el que esperar más tiempo-explicó para después mirar rápidamente al hombre que se encontraba a su lado y después volver a fijar su mirada en mí.

El silencio volvió a inundar la habitación por unos minutos en los que mi cabeza seguía pensando, y pensando hasta que dio con algo que realmente me tenía intrigado…

-El tiempo… tiene algo que ver con que tal vez tú puedas estar ¿e-embarazada…?-balbuceé dudoso y Edward sonrió disimuladamente, incluso casi imperceptible, de un modo divertido como si no le hubiera sorprendido el hecho de que yo hubiese llegado a esa conclusión pero no fue él quien contestó a mi pregunta ya que la que comenzó a hablar fue Bella.

-No, no estoy embarazada papá, me caso por amor, solo por amor-me miró intensamente y en sus ojos pude ver que decía la verdad.

-¿Se necesita algún motivo más para casarse, papá? ¿Además de estar plenamente enamorada?

-Supongo que no-sacudí la cabeza avergonzado pero admito que también aliviado.

-Está bien-suspiré después algo más relajado y vi como ambos también se relajaban- No voy a ser yo que os quite esta felicidad pero ¿estáis completamente seguros del paso que vais a dar?

-Plenamente-respondió rápidamente Edward seguido por un "completamente" de Bella

-¿No te alegras, papá?-murmuró con un hilo de voz Bella

-Es decir, puedo entender que quizás no sea la mejor de las noticias y que no te pongas a dar gritos o saltos pero no puede ser tan malo ¿verdad?-frunció el ceño dolida y a mí se me partió el corazón al ver su carita.

Yo en ningún momento quería que ella pensara que a mí no me gustaba la ida o que no los apoyaba, porque eso la hacía sentir mal y la entristecía.

-Bells, cariño claro que me alegro solo que para mí, al igual que para cualquier padre, no es fácil lidiar con esto, ¡eres mi hija!-dije cómo si eso fuera a disipar todas sus dudas y a justificar mi comportamiento.

-Pero… sé que serás feliz, así que ¿cómo no vais a tener todo mi apoyo? Lo tenéis, créeme que lo tenéis-garanticé- al igual que mis bendiciones y felicitaciones -finalicé con sinceridad, entonces observé como Bella saltaba de su silla con una gran sonrisa en su rostro y se abalanzaba sobre mí.

-¡Gracias papá!-me abrazó fuertemente

-Te quiero. Esto es tan importante para mí y saber que tú estás de acuerdo hace que sea inmensamente feliz gracias-volvió a susurrar antes de separarse de mí para así poder besar mi mejilla.

Sonreí ampliamente, me gustaba verla feliz, de hecho adoraba verla así y si ella quería casarse, yo orgullosamente la llevaría de mi brazo al altar.

-¿Y mi futuro yerno no piensa darme un abrazo?-inquirí mirando a Edward que sonrió antes de levantarse de su silla, desde donde anteriormente miraba la escena conmovido, y dirigirse hacia mí donde me abrazó.

-Gracias Charlie por tus bendiciones-dijo tras separarnos del amigable y cómodo abrazo

-para mí también es muy importante que me aceptes como parte del futuro de Bella-murmuró.

Puede que en algún punto tuviéramos nuestros roces pero él era un buen hombre.

-Estoy satisfecho y tranquilo de que tú seas la persona con la que Bella va a compartir su vida-le aseguré

-solo quiero que me prometas que la cuidaras-fue lo único que le pedí

-siempre-juró inmediatamente tan seguro y con tanta convicción que yo no pude dudar de sus palabras

-y que jamás le harás daño-añadí

-hacerle daño a ella sería como hacerme daño a mi mismo Charlie y, nunca, jamás, la volvería a lastimar, ella es demasiado importante para mí como para hacerlo-afirmó con franqueza

-Me alegra poder oír eso-suspiré pesadamente quedándome sin saber qué decir exactamente

-… Supongo que tendré que acostumbrarme a verte con un anillo en la mano-susurré-a verte como una mujer casada muy pronto-murmuré para mí en voz baja aunque ambos pudieron escucharme

-Eso no cambiará nada papá, yo seguiré siendo Bella-sonrió-no me van a abducir extraterrestres o me voy a trasformar en algo extraño por casarme-rió divertida y yo la acompañé en sus carcajadas.

-Solo seguiré siendo Bella-me aseguró

-Bella Cullen, mi amor-agregó sonriéndole Edward quien pasó su brazo por sus hombros de tal manera que la acercó a él para después besar su sien cariñosamente.

Puede que en otro momento esa muestra de afecto me hubiera molestado pero no ahora, no cuando veía la sonrisa de Bella, era una sonrisa tan pura y verdadera…. Ellos realmente se querían, no solo se querían si no que se amaban y eso me aseguraba que la decisión que habían tomado no sería un error porque por muy jóvenes que fueran ambos tenían las ideas claras y sabían muy bien lo que sentían el uno por el otro.

Saber que ellos conocían bien sus sentimientos me tranquilizaba mucho

-Sí… Bella Cullen, aún suena raro-repitió Bella sonriendo mientras miraba su anillo de compromiso

-¿Tan malo es el apellido Swan como para que dejes de usarlo?-bromeé y para asegurarme de que no malinterpretaran mi pregunta sonreí alegremente.

Bells al escuchar mi broma sonrió con diversión

-¡Claro que no! Yo no tengo nada en contra de mi apellido solo que Mr. Quejica de nombre Exigencia -dijo señalando a Edward de forma divertida-insistió tanto para que finalmente utilizara su apellido que tuve que terminar por aceptar antes de que consiguiera sacarme de mis casillas y terminara aventándolo por la ventana-dijo en tono burlón.

-Pero que exagerada eres preciosa, si apenas tuve que insistir, incluso creo habértelo dicho dos veces solamente para que tú aceptaras inmediatamente-la molestó sonriéndole y Bella le saco la lengua infantilmente.

-Será mejor que vayamos quitando todo esto- Bella señaló la mesa donde todos los platos estaban vacios al igual que los vasos ya que prácticamente a ninguno le quedaba jugo.

-No hemos venido para daros trabajo así que cariño ayúdame a quitar esto-pidió a Edward y sin mas ambos comenzaron a quitar la mesa, bueno más bien eso hizo Edward ya que Bella se dedicó a fregar los platos.

-No es necesario que friegues Bells-la reprendí a la vez que yo ayudaba a Edward a quitar el resto de cubiertos

-además teneros aquí es un placer, no nos dais trabajo para nada-aseguré sinceramente aunque ella negó con la cabeza y siguió fregando.

-¡sigues siendo tan testaruda!-medió bufé sonriendo ya que siempre había sido tan cabezota pues cuando algo se le metía en esa cabeza suya ya podía ser el fin del mundo que nadie conseguiría hacerle cambiar de opinión.

-Creo que en eso me parezco a mi padre-contraatacó riendo. Fruncí el ceño causando que ella aun riera más, incluso las carcajadas de Edward acompañaron a las suyas inundando la habitación…

Finalmente me uní a sus risas pensando en lo mucho que me gustaba ese sonido, era agradable y privilegiado ver a tu familia así, feliz.

EDWARD POV

Todas las preocupaciones, y los—ahora— estúpidos miedos que había sentido se había disipado de mi cuerpo tan rápido como cuando un globo lleno de aire se desinfla en cuestión de segundos y todo eso se lo debía a la reacción de Charlie puesto que parecía habérselo tomado tan bien, incluso ahora ¡estaba bromeando y riendo alegremente con los comentarios que Bella y yo hacíamos! Lo cual indicaba que la noticia no debía haber sido tan mala para él como yo pensaba pues si ese hubiera sido el caso ahora mismo no estaría comportándose como el simpático y amable Charlie que estaba siendo

¡Dios! ¡Qué bueno era sentirse así!

Era agradable sentir como la tranquilidad y la despreocupación junto con la felicidad se habían apoderado de mi cuerpo en el mismo instante en el que Charlie nos había dado sus bendiciones y su apoyo, ¡incluso nos había felicitado!

Debo admitir que al principio sentí algo de pánico debido a que cuando solté la noticia tanto Bella como yo comenzamos a asustarnos al ver como su rostro adquiría un tono morado intenso, como si en ese momento le hubiese faltado la respiración pero por suerte minutos después su rostro adquirió su color de piel natural y ¡menos mal! que a Charlie no le dio un ataque o algo similar ya que la situación hubiese sido algo violenta y…. cómica a la vez si su futuro yerno, y causante de dicho ataque, se hubiese visto obligado profesionalmente a reanimarlo tras haberle dicho que se casaría con su hija.

Eso habría sido tan extraño y horrible. Definitivamente me alegraba de no añadir eso a mi lista de anécdotas embarazosas.

Tampoco habría sido muy positivo para mí que a Charlie le diera un ataque solo porque Bella quisiera casarse conmigo, si eso hubiera sucedido realmente debería haber empezado a cuestionarme el tipo e persona tan horrible que era para que Charlie no me aceptara.

Dejé de pensar en lo que podría haber sucedido y continué, al igual que Charlie, quitando platos de la mesa para así llevarlos hasta el fregador donde Bella se encontraba fregando dichos platos.

Ella, aunque le costara admitirlo, había estado realmente nerviosa durante nuestra conversación con Charlie, yo lo sentía, no hacía falta que me lo dijera para saberlo. La conocía demasiado bien y sabia a la perfección cuando se encontraba extremadamente nerviosa, sobre todo porque casi me arranca la mano ya que me la había agarrado con una fuerza inhumana durante los interminables minutos que Charlie había permanecido en silencio, para ser una mujer tan frágil—bueno puede que no lo fuera solo que yo la veía de esa forma, supongo que al quererla tanto la veía con otros ojos por eso siempre pensaba que en cualquier momento se podría romper como si ella fuese tan delicada como el cristal— no sé de donde había sacado dicha fuerza.

-¿Lo sabe Renée?-preguntó de casualidad Charlie mientras terminaba de quitar el último par de cubiertos que había sobre la mesa

-Lo de la boda quiero decir-aclaró al ver a Bella con la mirada confusa

-No, todavía no-negó Bella secando un plato con un pequeño trapo

-Edward y yo viajaremos a Florida el próximo fin de semana, creo que esto no es una noticia que pueda darse por teléfono-explicó y Charlie asintió con la cabeza mientras le pasaba los últimos cubiertos a Bella la cual terminó de fregarlos y enjuagarlos rápidamente

-Supongo que tendré que comprarme uno de esos incómodos trajes de pingüino-refunfuñó y yo sonreí divertido, Charlie no era el tipo de persona a la que le gustaba ponerse traje y corbata. Eso sería un reto duro para él, verdaderamente odiaba usar traje.

-Claro papá, seguro que estarás guapísimo-Bella sonrió también divertida por la protesta de su padre

-Aunque a mí no me importa lo que lleves puesto mientras seas tú quien me lleve de su brazo al altar-dijo y el rostro de Charlie se iluminó, la idea de no llevar traje le gustaba demasiado-pero probablemente Alice te mate-añadió rápidamente Bella sonriendo mientras Charlie bufaba por lo bajinis

-Voy a ser el padre más envidiado por llevar a una hija tan guapa colgada de mi brazo-alardeó y Bella sonrió algo avergonzada.

Ella casi siempre se avergonzaba cuando alguien la halagaba incluso a mi me había costado muchísimo tiempo conseguir decirle lo hermosa que era sin que sus mejillas adquirieran un fuerte color carmesí, bueno no, la verdad es que debía seguir trabajando en eso porque aún ella se sonrojaba cuando yo le decía cosas bonitas

Pero, Charlie tenía toda la razón, Bella era hermosa por naturaleza y estaba más que seguro que ese día brillaría con luz propia aunque para mí ella siempre destacaría entre todo el mundo, ya podrían ponerme a la tía más guapa y con las tetas más grandes del mundo delante que me sería totalmente indiferente teniendo a Bella a mi lado

Bueno, a ver ¡era hombre!, mirar miraría pero puedo asegurar que no causaría ni el mínimo del efecto que Bella causaba en mí.¡Joder! ¿Quién me iba a decir que yo tendría ojos para una sola mujer? Esto hace años hubiera sido un buen chiste sin embargo ahora era una realidad tan cierta como el amor que sentía por ella.

Y así estuve cinco minutos sumido en mis pensamientos, bueno, mejor dicho pensando en lo hermosa que era Bella y si no llega a ser porque el sonido del teléfono me trajo de regreso a la realidad creo que pocos minutos después hubiera comenzado a babear y a quedar en completo ridículo frente a Charlie.

-Voy a contestar-anunció Charlie-… al parecer en esta casa todo el mundo está sordo-dijo sacudiendo la cabeza tras unos segundo en los que al parecer ni Sue, ni Leah descolgaron el teléfono ya que este seguía sonando por lo que Charlie salió de la cocina para así dirigirse, supongo, que a la sala de estar donde se encontraba el teléfono.

Charlie nos dejó solos a Bella y a mí así que aproveché para acercarme a ella que se encontraba sumamente concentrada colocando los paltos en la platera. La abracé por la espalda sin que me viera venir por lo que pegó un pequeño respingo al sentirme tras ella.

-¿Está más tranquila mi pequeña chantajista?-a apretuje contra mí divertido

-antes te he notado algo nerviosa-me burlé dejando un pequeño beso en su oreja

-Pensaba que eras tú el único que lo estaba-contestó divertida después de que yo deshiciera mi abrazo para así poder apoyarme sobre la encimera de tal manera que en esta nueva posición pudiera ver su bonito rostro el cual estaba iluminado por la más hermosa de las sonrisas.

-Yo también lo pensaba pero cambié de opinión cuando casi me dejas sin mano-me volví a mofar poniendo cara de dolor.

-¡Ehh!, ¡no te burles! ¿Acaso crees que no me he dado cuenta de los pequeños golpecitos que tu pierna del daba a la mía cada 5 segundos?-inquirió.

Sonreí sin negarlo ya que durante la conversación con Charlie mi pierna involuntariamente no podía estarse quieta y al tener a Bella sentada junto a mí me era imposible evitar que mi rodilla concretamente rozara la suya en cada movimiento.

-Tenía que liberar tensión-me defendí con una sonrisa mientras observaba como se ponía de puntillas para conseguir colocar los platos correctamente

-Bueno yo también tenía que hacerlo-dijo tomando mi mano y dejando un pequeño besito en ella

-Siento si te he hecho daño-se disculpó preocupada mirando mi mano-pero ya sabes mi fuerza no tiene límite, Cullen-sonreí

Ella endureció el rostro antes de abarcar en un tema más serio

-Me puse ansiosa cuando Charlie se quedo callado-admitió con certeza

-Y cuando se puso morado y sus ojos casi salieron de sus órbitas-añadí un poco medio en broma ya que ahora ese recuerdo me causaba gracia debido a que todo había salido bien pero minutos antes había estado realmente acojonado…

-Estuve seriamente preocupada en ese momento también, creí que sería incapaz de articular palabra… -sacudió la cabeza-pero finalmente todo ha salido bien-añadió feliz, y yo sonreí al igual que ella para después dejar un beso en su frente.-Todo está bien -repitió suspirando

Sé que se sentía como si se hubiera quitado un gran peso de encima porque yo me sentía igual. Cómo se lo tomaría Charlie era importante para los dos pero especialmente para ella y ahora estaba tranquila porque todo estaba bien, increíblemente bien.

-Por cierto, cariño ¿me puedes explicar por qué has llamado a tu futura esposa pequeña chantajista?-cuestionó colocando ambas manos en sus caderas.

Siempre que adquiría esa posición en forma de jarra lo normal es que yo temblara de miedo ya que normalmente ese gesto indicaba que estaba enfadada pero en cambio ahora solo pude sonreír puesto que sabía que estaba en plan juguetón, y yo adoraba a la Bella juguetona.

-Vale que soy bajita-fingió poner cara de tristeza-pero ¡ey! ¡No te metas conmigo! Tengo la estatura suficiente como para llegar a tus labios sin problemas-aseguró sonriendo orgullosa de sí misma.

De repente, y para demostrar lo que decía, se alzó sobre sus pies de tal manera que con algo de dificultad dejó un rápido pero delicioso beso en mis labios en los cuales se formó una enorme sonrisa

-pero ¿chantajista? ¿Por qué me llamas chantajista?-prosiguió frunciendo el ceño después del beso, el cual realmente no me hubiese podido dar de no ser porque había envuelto sus brazos en mi cuello obligándome de esta forma a inclinarme levemente hacia ella

-Yo no soy chantajista Cullen-afirmó fingiendo molestia

-Eso no es cierto preciosa, no creas que he olvidado la "condición" que me pusiste a cambio de llevar mi apellido después de la boda-refunfuñé de mala gana ya que esas condiciones suyas no eran totalmente de mi agrado, de hecho no eran nada de mi agrado.

-Y yo que por un momento pensé que tenía la situación bajo control-bufé por lo bajo, ella al escucharme sonrióinocentemente.

Verdaderamente como le habíamos contado a Charlie yo no tuve que insistir mucho para que ella aceptara llevar el apellido Cullen pero claro ¡todo era demasiado bonito para mí! Puesto que Bella había aprovechado para chantajearme cruelmente — casi hace que mi polla explote— a cambio de conseguir lo que quería ¡era una tramposa!

Siempre conseguía aturdirme para así aprovechar mis momentos de debilidad… Pero ¿Quién se resiste a una mujer como ella? Definitivamente yo era incapaz de hacerlo.

Lo sé, estaba jodido.

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Bella y yo nos encontrábamos en el sofá de casa cada uno en una punta lo que eventualmente no sucedía muchas veces ya que normalmente siempre estábamos pegados el uno al otro, en cambio hoy yo estaba recostado sobre mi espalda en un lado del sofá y ella en el otro aunque nuestras piernas estaban entrelazada y, de vez en cuando una de las piernas de Bella se dedicaba a juguetear con las mías "inocentemente" aunque más que unas inocentes caricias lo que estaba haciendo era provocarme y ella lo sabía muy bien. No es como si no tuviera ni la menos idea de lo que hacía.

Llevábamos un buen rato viendo la televisión, era de noche y se estaba muy a gusto en el salón así que por ese motivo habíamos decidido ver un rato televisión antes de ir a dormir pero en este momento lo único que había era publicidad. Sucia y jodida publicidad horriblemente mala.

Volteé mi cabeza para mirar a Bella la cual se encontraba observando la televisión mientras mantenía uno de sus brazos sobre su cabeza donde su mano jugaba pausadamente con los mechones sueltos de su larga melena marrón, su respiración era tranquila ya que su pecho subía y bajaba lentamente lo cual me indicaba que estaba relajada.

Esta vez fui yo quien empezó a juguetear pues mi pie comenzó a deslizarse a lo largo de su pierna provocando que— para mi satisfacción—me ganara su atención ya que me miró con picardía a los ojos al mismo tiempo que mi pie seguía dándoles suaves caricias a su pierna por lo que en pocos minutos ella se incorporó un poco sobre el sofá separando nuestras piernas para después gatear hasta mi donde yo feliz la recibí con los brazos abiertos.

Bella se posicionó entre mis piernas para así sentarse y apoyar su espalda sobre mi pecho—Mmm me encantaba la sensación de sentir su cuerpo y el mío juntos, de sentir su calor, de aspirar su olor… — ¡Demonios! no aguanté las ganas y la abracé fuertemente pasando mis brazos por debajo de su pecho y atrayéndola a mí todavía más.

-Preciosa...-la llamé en un murmullo después de dejar un beso en su cabello para decirle algo que hace algunos días rondaba por mi cabeza pero que aún no le había propuesto.

-Dime amor.-respondió cariñosamente

-Cariño, sé que estamos en el siglo 21 y, créeme jamás pensé que podría escucharme a mí mismo decir algo tan anticuado como esto pero realmente lo deseo, así que…

-¿Qué es lo que Edward Cullen quiere pedirme?-preguntó divertida-¿un anillo de castidad quizás?-sonreí

-No tonta-reí- aunque eso no es tan mala idea-bromeé

-En realidad lo que quería decirte es que me gustaría muchísimo que después de la boda, tú sabes, cuando seas mi esposa, llevaras mi apellido, quiero que a partir del 13 de Agosto, seas Isabella Cullen-dije contento antes esa posibilidad.

-Ohhh, ¡es eso!-exclamó

-Bueno no creo que tenga problema con eso-murmuró y yo sonreí-además, encantada llevaré su apellido señor Cullen-ronroneó.

¡Oh, sí! Yo sonreí ampliamente lleno de dicha. Ella iba a llevar mi apellido.

Isabella Cullen

Bella Cullen

¡Demonios! Sonaba jodidamente perfecto.

-Gracias preciosa, no es algo muy común que una mujer cambie su apellido cuando se casa pero en mi familia siempre lo han hecho y aunque el Edward de antes pensaba que era una autentica gilipollez, el Edward de ahora piensa todo lo contrario y, bueno puede que sea un poco anticuado pero….-me encogí de hombros antes de que ella me cortará y hablara por mí.

-No es anticuado-aseguró rápidamente- al menos yo no lo creo, al contrario creo que es algo bonito que quieras que lleve tu apellido-reconoció

-Te quiero en todos los sentidos Bella, quiero compartirlo todo contigo, mi vida, mis sueños, mis logros, todo, incluso mi apellido-confesé mirándola a los ojos porque era lo que en verdad sentía.

-Yo también quiero compartirlo todo contigo, Edward. Lo sabes, te amo probablemente más que a mi pequeño pez Mowgli y ¡te juro que amaba a ese pez!-bromeó, aunque era cierto que amaba a ese pez.

Una vez me contó la historia y terminó soltando unas tímidas lágrimas al final. Phil le había conseguido un pequeño pez en una feria en Jacksonville cuando Bella tenía 8 años, ella le tomó mucho cariño, lo alimentaba todos los días en la acogedora pecera para Mowgli — sigo sin comprender por qué llamó a su pez como un niño de la selva (*) — que Renée compró e incluso hablaba con él, hasta que un buen día lo encontró muerto. Phil le dijo que al parecer aún era muy pequeño para vivir fuera de su hábitat natural y que probablemente no estaba listo para vivir sin su mamá todavía, Bella se tiró horas y horas llorando e incluso cuando me lo contó y recordó la historia volvió a lagrimear así que acabé abrazándola y consolándola.

Me pareció sumamente tierno y adorable que Bella se encariñara tanto con una mascota así, creo que ahí fue cuando me di cuenta de lo amorosa y cariñosa que ella era, siempre tenía amor para dar incluso hasta a la vida más diminuta.

-Así que puedes hacerte una idea de lo mucho que te amo y si tu quieres que lleve tu apellido yo voy a ser muy feliz de llamarme Isabella Cullen-prometió aunque segundos después su sonrisa se tornó picarona y su mirada oscura.

-Pero, ¿qué te parece si ahora empiezas por compartir tus labios conmigo?-alzó una ceja y yo sonreí mientras observaba como volteaba un poco su cuerpo de tal manera que su cara y sus húmedos labios quedaran muy cerca de los míos.

Oh, Dios Isabella Swan tú eres peligrosa.

-¿Tú conoces a alguien con quien los podría compartir?-inquirí divertido, Bella se mordió el labio inferior cosa que me puso a mil, siempre era sexy cuando hacía eso

¡¿Como un gesto tan inocente podía excitarme tanto?!

-Ummmmm puede que sí-murmuró y sus manos se enredaron en mi cuello

-Aunque tiene que aprovechar su tiempo Dr. Cullen porque dentro de dos meses ella será una mujer casada y no podrá compartir sus labios con nadie más que con su guapo esposo-pronunció seductora mientras sus dedos jugaban con los mechones de pelo sobre mi nuca.

No retuve más mis ganas de besarla por lo que me acerqué hasta sus labios y los besé febrilmente mientras que mis manos acariciaban su espalda por lo que entre el beso y las caricias su estado de ánimo y el mío no tardaron mucho en cambiar y ponerse en la misma sintonía aunque cuando yo estaba a punto de arrancarle la ropa ella se separó jadeando y me miró a los ojos intensamente.

-Espera cariño-pidió todavía jadeando-antes de que esto pase a mayores quiero pedirte algo, bueno, en realidad es una condición-

-Aha, lo que tú quieras preciosa-dije intentando encontrarle sentido a mis palabras porque realmente no sabía muy bien lo que decía o lo que ella decía.

En este momento solo pensaba en la enormes ganas que tenia de hacerle el amor por lo que involuntariamente intenté atacar nuevamente sus labios pero ella me puso una mano en la boca impidiendo que la besara en los labios pero no por eso dejé de besarla ya que planté un pequeño beso en su mano y ella sonrió antes de apartarla con suavidad.

-Cariño, escúchame dos minutos, necesito proponerte algo después te prometo que yo misma te arrastrare hasta la cama y no precisamente para dormir-prometió sonriendo

-Ummm…claro eso si no estás demasiado enfadado-murmuró en voz baja aunque yo pude escucharlo por lo que fruncí el ceño ante la incomprensión pero lo dejé pasar por alto y decidí escucharla.

-vale, te escucho-asentí recomponiendo la compostura.

Podía dejar de pensar con mi pene unos minutos, seguro. O al menos lo intentaría…

-Veras… yo no tengo inconveniente en ser la señora Cullen, creo que es lindo y voy a amar llevar tu apellido…

Oh, esto no sonaba bien

-¿Pero?-¡Demonios! Siempre tenía que haber un "pero"

-pero necesito que me dejes hacer algo a cambio-dudo en elegir sus palabras

-Pensé que habías aceptados sin condiciones, me estás haciendo trampa Bella-protesté

-Aún no has escuchado mi condición… -

-No sé por qué me da que no me va a gustar… -refunfuñé- …pero adelante, te escucho-me crucé de brazos y esperé animándola a contarme su "condición" que estaba seguro no sería de mi agrado

¿Desde cuándo me gustaban las condiciones de Bella? ¡Desde nunca! Esta vez no iba a ser la excepción. Yo lo sabía, ella lo sabía, hasta el gato de la vecina lo sabía…

-Vale… -respiró buscando las palabras adecuadas

-Quiero que después de que nos casemos me dejes ayudar en los gastos de casa, del coche y de cualquier otra cosa que compartamos y conlleve un gasto.-dijo directamente y sin rodeos.

Mi respuesta también fue rápida y sin rodeos ya que negué rotundamente con la cabeza nada más terminar de hablar, justo cuando la última palabra salió de su boca.

-Bella esa condición es injusta y no pienso discutirla, yo no quiero que pagues nada, no es necesario, sabes que con mi sueldo tenemos más que suficiente-dije

Mi sueldo del hospital era alto, realmente era alto y eso sin mencionar las grandes cifras que había en mi cuenta bancaria de mis ahorros, yo me esforcé por conseguir todo eso, quizás había gente que pensara que el hecho de tener a mi padre como director del hospital en donde trabajaba podía ser un beneficio para mí y así poder subir escalones rápidamente pero no era cierto yo había ganado mi puesto en el hospital principalmente por el buen expediente académico que con esfuerzo había logrado sacar y luego había ido ascendiendo puestos hasta tener mi consulta propia y un horario fijo, me jodía sumamente que pudieran dudar de mi capacidad, aunque los que me conocían—y por suerte eran la mayoría de las personas que trabajaban en el hospital—sabían de sobra que yo estaba allí por mi esfuerzo únicamente.

Yo había querido eso mucho tiempo, lograr tener una consulta era un sueño para mí y ahora que mi vida laboral estaba justo en el punto que quería y que eso me había permitido ser muy estable económicamente quería compartirlo con la persona que amaba, era una estupidez que ella gastara dinero porque verdaderamente ¡no era necesario! Definitivamente íbamos a sobrevivir muy bien con lo que yo ganaba

Además Bella estaba empezando a trabajar ahora, si yo pagaba las facturas ella tendría la oportunidad de ir ahorrando poco a poco, Bella no debía pagar nada, no se lo consentiría, yo quería dárselo todo, ¿Por qué iba a permitir que ella pagara los gastos del departamento?

-Ya lo sé Edward pero lo que es realmente injusto es que tu cargues con todos los gastos, sé que para ti no suponen problema pero yo no pienso ser una mantenida después de la boda, ¡odiaría sentirme así! al menos déjame compartir los gastos de casa Edward… por favor-suplicó tratando de persuadirme con besos ya que empezó a besar la comisura de mis labios

-Lo que es injusto ahora es que utilices tus besos para desorientarme –dije porque ella estaba logrando que me desviara del tema,

¿Por qué no dejaba de besar mi mandíbula? No, espera, mejor que no parase, sus besos se sentía increíblemente placenteros justo ahí.

-Te estás aprovechando de lo que provocas en mi Bella, no estás jugando limpio-murmuré un poco atontado a causa de la sensación de tener sus labios sobre mi piel.

¡Mierda! O me despabilaba o ella se saldría con la suya, sabía que podía hacerme ceder así.

-Nunca dije que jugaría limpio-susurró sonriendo para después besar, ahora sí, mis labios.

Deje el tema a parte pensando que ya tendríamos tiempo de discutirlo por lo que mis manos se fueron involuntariamente al filo de su camiseta de pijama, la cual comencé a subir, pero ella me detuvo cuando vio mis intenciones.

-Entonces ¿aceptas mi pequeña condición?-me miró a través de sus largas pestañas

Diablos… al parecer ella no se había olvidado del tema, ¿por qué tenía que ser tan testaruda?

-Podemos hablarlo mañana…-propuse, en realidad más bien sentencié, mientras volvía a intentar quitarle la camiseta pero ella nuevamente me lo impidió

-ahora tengo otros asuntos pendientes contigo-y volví a besarla

-Nada de eso, estoy segura que mañana se te habrá ocurrió una excusa perfecta para negarte así que tú y yo vamos a hablar ahora-dijo seriamente

-Vamos Edward, solo es una pequeñísima condición, ¿qué te cuesta complacerme? Por favor, cariño…-pidió y yo bufé doblemente frustrado.

Primero porque esta era la segunda vez que no me dejaba terminar lo que había empezado, y por seguro no habría una tercera vez—de eso yo me encargaría—, y segundo porque iba a tener que aceptar la odiosa e innecesaria condición.

-Está bien Bella, cuando nos casemos te prometo que abriré una cuenta bancaria común donde tú y yo ingresaremos dinero para pagar juntos los gastos de casa y de los coches -cedí finalmente derrotado-¿contenta?

-¡Mucho!-exclamó sonriendo y me plantó un beso en la boca lo cual provoco que yo sonriera cuando nos separamos.

Ella estaba loca ¿desde cuándo una mujer te suplica para que no pagues tú las facturas? Bella era tan diferente, muchas de las chicas a las que había conocido y con las que me había acostado hubieran estado encantadas de que sus maridos se lo pagasen absolutamente todo pero ella era tan distinta todas a las demás…

Le encantaba valerse por sí misma, lo cual admiraba y valoraba muchísimo, honestamente si Bella quisiese podría dejar su empleo ya que no había necesidad de que ella trabajara—no íbamos a morir porque solo entrara un sueldo en casa— pero sabía que eso es algo que ella no haría jamás así que ni si quiera se lo iba a plantear pues como ella bien me dijo una vez se había esforzado durante 5 años estudiando para sacar una carrera y sería absolutamente ilógico y estúpido que se quedara en casa sin hacer nada y siendo una mantenida.

Yo no iba a hacerla sentir así por supuesto, además de que a mi honestamente no me gustaría estar con alguien que pasara todo el día derrochando dinero y haciendo cosas inútiles. Tanya fue un claro ejemplo de eso, siempre me avergonzaré y arrepentiré por haberme acostado con ella pero también me sentía aliviado de no haberme metido en algo parecido a una relación con ella. Eso habría sido caer más bajo aún.

A diferencia de todas las "cabezas huecas" con las que me había chocado en mi vida, Bella estaba interesada por realizarse como persona, por aprender cada día cosas nuevas y por sentirse útil. Ella adoraba la editorial en la que trabajaba, era un lugar en el que además de encantarle su empelo se sentía muy a gusto junto a sus compañeros de trabajo.

Había hecho buenas amistades con todos ellos, era un lugar al que llegaba y salía con una sonrisa porque realmente le gustaba lo que hacía allí aunque yo sabía que lo que ella más deseaba era escribir un libro y poder publicarlo pero aún no se sentía preparada para hacerlo, no obstante ese era su sueño y yo sé que algún día lo conseguiría. Era talentosa e increíble así que verdaderamente estoy seguro de que ella lo lograría y yo estaría allí para apoyarla siempre.

-Vale señorita, ahora ¿si me dejas hacerte el amor de una vez? –pregunté alzando una ceja cuando el suave roce de su mano me sacó de mis pensamientos

-Por favor Dr. Cullen, está tardando usted demasiado-rió y en un rápido movimiento se quitó la camiseta al mismo tiempo que me sonreía como una niña traviesa.

Mi hermosa y caliente niña traviesa.

Fin flash Back

-Ohhh vamos amor, eso no es chantaje, tú mismo lo has dicho, solo fue una pequeña condición que con un empujoncito aceptaste encantado-ella sonrió con malicia y yo bufé

-¿Un empujoncito?-murmuré irónicamente

-¡Pero si casi haces que me dé un paro cardiaco!-la acusé y su musical risa lleno la habitación-Me provocabas y luego cuando iba a quitarte la camiseta me parabas, ¡eso fue cruel!

Bella hizo un mohín

-¡Ey! Era la única manera de conseguir que aceptaras-se defendió -si no fueras tan cavernícola y terco no habría recurrido a eso

Fruncí el ceño ¿cavernícola y terco? ¡Pero si ella era la reina del paraíso de los tercos!

Abrí la boca para protestar pero ella rápidamente estrujó sus labios contra los míos y no me dejó hablar-.

¡Mierda, ella sabia cuales eran mis puntos débiles, y se aprovechaba de ellos! Por eso siempre se salía con la suya…

¡Demonios… Edward vas a tener que hacer algo para que eso no suceda siempre! me prometí mentalmente pero… ¡oh, vamos! ¿A quién quería engañar? si cualquier cosa que ella me pidiera, incluso a pesar de que a mí no me gustara, se la daría con los ojos vendados…

-además después de todo no puedes quejarte guapo, luego te recompense muy bien-dijo con voz seductora. Temblé ante aquel recuerdo pues esa noche había sido, muy, muy interesante… y sumamente placentera

-Y no pienso volver a discutir ese tema, tú has aceptado mi condición…

-Gracias a tus juegos sucios-agregué rápidamente

-Como sea, pero la has aceptado y ya no puedes romperla-sentenció satisfecha y sonriente.

Jodida Bella.

No quería pelear así que me di por vencido.

-Está bien preciosa, yo tampoco quiero volver a discutir ese tema-desistí sabiendo de que finalmente seguiríamos sin ponernos de acuerdo ya que yo pensaba una cosa y ella pensaba otra diferente y, al final ninguno le daría la razón al otro

-Así que no voy a romper mi palabra, Futura señora de Cullen-dije remarcando el apellido y así recordándole la otra parte del trato la cual consistía en que ella levara mi apellido después de la boda. Esa, sin duda, era mi parte preferida de nuestro "acuerdo"

Ella sonrió alegremente antes de acercarse y besarme en los labios una vez más.

BELLA POV

Bien era cierto que en otras ocasiones él había bromeado llamándome Bella Cullen sobre todo la noche que acepté ser su esposa pero hasta hace unos días no nos habíamos detenido a hablar seriamente ante la posibilidad de que realmente yo llevara el apellido Cullen después de la boda—creía que él solo bromeaba cuando platicaba de eso—así que haberlo hablado me tenía muy contenta por eso casi me pongo a hacer palmas con las orejas cuando pronunció mi nombre seguido de su apellido.

No podía negarlo, estaba más que encantada con la idea de llevar su apellido, plenamente feliz. Me parecía verdaderamente hermoso y lindo el detalle de que él quisiera compartir eso conmigo, para mí era un gesto muy romántico además su proposición me había parecido realmente oportuna ya que así había conseguido que Edward me dejara pagar parte de los gasto de casa porque realmente ¡juro que odiaba sentirme como una mantenida!

Y así era como, inevitablemente, me iba a sentir estos dos meses antes de la boda porque estaba segura de que Edward no me dejaría pagar ni un dólar mientras no nos casáramos, pero tenía claro que eso iba a cambiar después de dicha boda, pues la palabra "unir nuestras vidas" implicaba muchas cosas y entre ellas se incluían compartir gastos, obligaciones, problemas…

Éramos una pareja y por lo tanto estábamos unidos en las cosas buenas y hermosas y en las malas y no tan bonitas.

Edward terminó de hablar y yo no me resistí mucho por lo que me acerqué hasta sus labios y los besé rápidamente pues minutos después mi padre entró en la cocina carraspeando sonoramente y provocando que Edward interrumpiera el beso y que, cómo no, mis mejillas se tiñeran de rojo.

A decir verdad este tipo de demostraciones voluntarias de amor como lo era un beso delante de mi padre no eran habituales ya que a mí personalmente me daba mucho corte el hecho de estar casi comiéndole la boca a Edward mientras tenía los ojos de mi padre cerca, en cambio esta no era la primera vez que nos pillaba así pues a pesar de que Edward y yo no solíamos besarnos frente a él—si acostumbrábamos a abrazarnos o tomarnos de las manos, pero no mucho más—, Charlie sí que estaba acostumbrado a pillarnos en situaciones algo embarazosas que en realidad no pasaban de inocente besos pero aún así siempre es embarazoso que tu padre te pille besando a tu novio.

Pensándolo bien, no sé por qué me extrañaba que estas situaciones sucedieran ya que, sobre todo yo, no solía dejar descansar los labios de Edward mucho tiempo pero pese a todo era una gran suerte que Charlie nunca mostrara estar molesto con nosotros cuando nos encontraba en situaciones "íntimas".

CHARLIE POV

Salí de la cocina y me dirigí al salón donde conteste rápidamente el teléfono ya que al parecer Leah y Sue se habían quedado repentinamente sordas pues ninguna había ido a atender la llamada aunque a decir verdad tampoco es que pudiera escucharlas por la casa, puede que hubiesen salido al pueblo a comprar algo o qué sé yo.

-¿Hola?-contesté cuando descolgué el teléfono el cual se encontraba sujeto en la pared.

-¡Hola Charlie!, soy Emily-escuché la femenina voz de la sobrina de Sue

-¿qué tal estáis?-preguntó amablemente por todos.

-Muy bien Emily, espero que por allí todos os encontréis bien. ¿Sabes? Bella ya está en casa-soné emocionado

-¡Eso es maravilloso!, Charlie.-se alegró

-Lo sé-estuve de acuerdo

-Bueno, en realidad el motivo de mi llamada tiene algo que ver con ella, ¿qué os parece si venís a comer con nosotros hoy a la Reserva? Los chicos tienen ganas de ver a Bella y yo realmente también la he echado de menos, podríamos comer todos junto ¿qué opinas?-propuso contenta Emily.

Ella vivía en la Reserva junto a Sam, su marido, al cual conocía desde la infancia pues ambos crecieron juntos, entre ellos el amor surgió durante la adolescencia por ello se casaron muy pronto y, poco después de esa boda Emily quedo embarazada de Sam. Para todos fue una hermosa noticia, ellos estaban sumamente felices así que nueve meses después nació Embry, el hijo mayor de Sam y Emily, tan solo 1 año después llegó Quil y finalmente 3 años más tarde vino Seth.

Lamentablemente el parto de este último fue algo complicado, hubo problemas por lo que los médicos se vieron obligados a extirparle el útero a Emily y con ello se fue la posibilidad de un nuevo embarazo sin embargo eso realmente no afecto mucho a Emily ya que ella verdaderamente tampoco se había propuesto quedar nuevamente embarazada así que eso no le impidió ser feliz con los tres hijos que había tenido junto a Sam.

-Me parece una gran idea Emily, estoy seguro de que a Bella y a Edward les encantará ir a la Reserva-dije convencido.

Bella siempre había adorado aquel lugar, recuerdo que cuando tenía 15 años pasaba muchas tardes con Jacob y sus amigos en la playa de La Push, Bella siempre me decía que nunca hacían nada peligroso, solamente encendían un hoguera y se dedicaban a charlar pero, a pesar de que Jacob me aseguraba que era verdad, jamás les creí, pues ambos siempre llegaba a casa con el pelo mojado logrando que Sue los reprendiera, pero aún así ellos seguían llegando empapados a casa.

Aunque realmente siempre estuve tranquilo, sabía que Jake era capaz de cuidarla muy bien, no permitiría que nada malo le ocurriese nunca.

Ellos crecieron con ese lazo especial que los unía y que todavía mantenían, crecieron queriéndose como auténticos hermanos, Jacob la protegía a ella y ella lo protegía a él. Sue y yo jamás pensamos que nuestros hijos pudieran llegar a llevarse tan bien, fue asombroso.

Al principio Leah fue tal vez la más dura, ella y Bella no parecían agradarse mucho en cambio ahora se adoraban y se extrañaban como el demonio cuando no estaban juntas.

-¡Genial! Apuesto a que Seth se pondrá feliz de ver a Edward ¿te parece bien a las 13:30?-preguntó

-Sam ha salido esta mañana a pescar y estoy segura de que le encantara cocinar lo que ha pescado, bueno, si ha pescado algo-bromeó.

Lo cierto es que Sam, al igual que yo, siempre que tenía un rato libre aprovechaba para salir a pescar, era algo que le encantaba. En varias ocasiones habíamos salido juntos de pesca acompañados por Harry Clearwater, el cual era el único hermano de Sue, y como consiguiente era el padre de Emily, la sobrina de mi esposa y mujer de Sam del cual he de decir que ese hombre tenía mucho talento pescando, no había pez que se le resistiera.

-Claro, avisare a Sue, estará encantada de preparar alguno de sus postres-garantice con una sonrisa a pesar de que ella no pudiera verme, estaba demasiado orgulloso de lo buena cocinera que era mi esposa.

Probablemente sin ella habría muerto de hambre, era un asco en la cocina.

-Estupendo Charlie, nos vemos en un par de horas, no puedo esperar para ver a Bella y a Edward-dijo con palpable entusiasmo Emily-¡adiós!

-Está bien, adiós Emily-me despedí para después cortar la llamada

Estaba seguro que Edward y Bella se pondrían muy contentos al saber que iríamos a comer a la Reserva así que por eso me encaminé emocionado hacia la cocina pero cuando llegué algo hizo que me quedara en el umbral de la puerta parado como una estatua a la vez que observaba la escena que se desarrollaba ante mis ojos.

En ella estaba Bella besando cariñosamente a Edward el cual la trataba, al igual que siempre, con suma delicadeza y eso sinceramente me gustaba y me hacia confiar plenamente en ese chico. Creo que eso podrían considerarse muchos puntos a su favor.

Ellos lucían realmente enamorados, era un amor tan puro el que sentía, tan limpio y claro que me costaba creer que aún existiera ese tipo de sentimientos en el mundo, digo, no soy idiota puede que sí de otra época así que tal vez por eso sabía que en los tiempos que ahora corren es extraño que el amor entre dos personas jóvenes duré más de seis meses. Tal vez yo confiara poco en el amor—cosa que afortunadamente Sue logró cambiar en mí—pero sabía ver cuando un amor era bueno y verdadero. Y puedo asegurar que ahora mismo era eso lo que veía.

No solo era un amor trasparente y hermoso sino que también era fuerte, todavía me costaba más creer que dos personas lo sintieran tan intensamente como lo sentían ellos.

A pesar de ser una escena bonita la que estaba viendo ella era mi hija y él era mi ¿yerno?—sí, supongo que eso es lo que sería dentro de poco—y bueno, era algo incomodo estar viéndolos de esa forma tan intima así que debido a que ninguno de los dos se había percatado de mi presencia carraspeé disimuladamente mientras fingía que acababa de entrar en la habitación.

Ambos se separaron rápidamente y pude ver como mi hija se sonrojaba levemente mientras que Edward me miraba algo avergonzado pero no parecía nervioso. Ya no seguían besándose pero el brazo masculino que rodeaba la cintura de Bella, y que pertenecía a Edward, jamás la abandono, incluso cuando ambos fueron plenamente conscientes de mi presencia.

-Uhmm…. Chicos, ha llamado Emily-informé tratando de no parecer incómodo.

Estaba pasando una de mis manos nerviosamente por mi pelo así que no debí logarlo, estaba siendo pésimo para tratar de aparentar normalidad. ¡En realidad nunca sabía qué hacer cuando los encontraba besándose! ¡Era algo absurdo! Pero realmente era eso lo que me pasaba

-Nos ha invitado a comer en la Reserva-argumenté tontamente después

-¿De verdad has hablado con Emily?-preguntó Bella y yo asentí

-No la he visto como… desde navidad, ¡me encantara volver a verla!- se mostró sonriente ante la idea por lo que yo tomé eso como una aceptación a la invitación a comer de Emily.

-Estupendo, tenemos que estar en la Reserva a las 13:30 así que todavía tenéis unas horas libres-miré distraído el reloj de la concina que marcaba las 10: 45 a.m.

- ¿Por qué no vais a daros una vuelta por el pueblo? No es que haya cambiado mucho en este tiempo pero apuesto a que te traerá buenos recuerdos-sugerí sonriendo-

-A mi me parece bien, preciosa-coincidió Edward conmigo.

A Bella le pareció bien también ya que inmediatamente aceptó

-Claro, ¿sabes donde están Sue y Leah? Tal vez alguna de ellas quiera acompañarnos-intuyó Bella aún pegada al cuerpo de Edward

-No lo sé Bells, al parecer ninguna de las dos están en casa, quizás os las encontréis por algún lado, este pueblo no es lo suficientemente grande como para perderse-me mofé y ella sonrió por mi comentario

-Como quieras papá, ¿necesitas que compre algo? Puedo aprovechar y traer lo que sea que necesites-se ofreció al mismo tiempo que se acomodaba el pelo detrás de su oreja ya que uno de sus mechones se había escapado del lugar donde debía estar.

-Ummm, es Sue la que lleva el tema de las compras así que no sé si pueda faltar algo-rasqué mi nuca avergonzado por no tener ni idea de eso

-No te preocupes, ella salió a hacer la compra antes de que llegaseis, quería tener la nevera llena-sonreí y ella asintió

-Estaré en el garaje, tengo que hacer un par de cosas pendientes antes de que nos marchemos a la Reserva así que nos vemos en unas horas, divertíos chicos.-dije antes de comenzaba a caminar fuera de la cocina ya que aprovecharía la mañana para hacer un par de arreglos en el garaje pues si lo retrasaba más Sue terminaría por enfadarse seriamente conmigo.

-De acuerdo Charlie, hasta dentro de un rato-había respondido esta vez Edward antes de que finalmente me encaminara hacia el garaje donde tenía mucho trabajo que hacer.

Dios… ¿Cuánto tiempo hace que nadie ordenaba esas estanterías? Pensé mientras observaba unos estantes colgados en la pared los cuales estaban con al menos 5 centímetros de polvo…

Definitivamente, esto me iba a llevar un buen rato.

EDWARD POV

Cuando Charlie se marchó, fui a la habitación de Bella para tomar mi móvil— ya que Bella había decido dejar el suyo en casa— por lo que después salimos y nos encaminamos por las calles del pequeño pueblo de Forks que a pesar de ser un pueblo muy escondido y diminuto, he de admitir que este pueblo tenía una especie de encanto y era bonito a pesar de la gran masa gris que cubría su cielo la mayor parte del año.

Nos pasamos horas caminando tranquilamente agarrados de la mano por las pequeñas calles de Forks y aunque no era la primera vez que Bella me había mostrado el pueblo si que era cierto que no recordaba muchos lugares, así que fue genial volver a verlos. Bella hizo un poco de guía turística y me mostró el instituto donde estudió la secundaria, visitamos de nuevo el parque al que Charlie la solía llevar a jugar cuando era pequeña y compramos dulces en una acogedora pastelería a dos calles de su casa.

Era raro la vez que veníamos a Forks y no íbamos a esa pastelería, Bella decía que allí estaban los cupcakes con sabor a naranja más ricos del estado—lo cierto es que no mentía—, así que siempre que visitábamos a Charlie, ella acababa comprando de esos cupcakes.

Era un pueblo pequeño así que la mayoría de las personas que vivían aquí conocían a Bella, especialmente porque era la hija de Charlie, por eso no fue extraño que la anciana dependienta saludara sorprendida a Bella y le preguntará cómo la trataba la vida por Chicago.

La anciana había dicho a Bella "Oh, cariño, qué bueno verte ¿has venido a ver a Charlie? ¿Quieres que te ponga una bolsa de esos cupcakes que tanto te gustan? " Parecía conocer bien a su familia porque Bella también le contestó con confianza algo como "Sra. Corbirock ¿cómo esta?, oh sí, he venido a ver a mi padre por unos días y no podía irme sin no comer esos ricos cupcakes que usted prepara. "

Durante nuestra caminata aproveché para llamar a mi madre pues sabía que se preocuparía si no lo hacía, le conté que todo estaba bien con Charlie y ella se alegró sinceramente de que él hubiera tomado bien la noticia, también me contó que papá se encontraba trabajando y que Rose, Emm, Alice y Jazz irían a casa a comer.

Eso me alegró ya que al menos no estaría sola porque a pesar de que tanto Emmett, Alice, y yo vivíamos independientemente con nuestras parejas teníamos la suerte de vivir en Chicago y no en otra ciudad lejos de nuestros padres así que nuestros ellos no solían pasar mucho tiempo solos, quiero decir sin recibir visitas nuestras ya que siempre alguno de nosotros iba a verlos y eso a mamá le encantaba.

Ella amaba tener cerca y unida a su familia por ello en repetidas ocasiones solíamos comer o cenar en casa de nuestros padres todos juntos. Mamá odiaba cuando alguno de sus hijos pasaba días sin llamarla o sin ir a visitarla, ella nos quería demasiado y nosotros la adorábamos, era una madre excepcional y muy cariñosa, además de comprensiva, no exagero cuando digo que ella es la madre que cualquier persona puede desear.

Después de la pequeña charla que tuve con ella me pidió que le pasara el teléfono a Bella con la que estuvo hablando un par de minutos en los que Bella no paraba de sonreír, era increíble como ella y mi madre se llevaban tan bien aunque claro ¿Quién no es capaz de tomarle cariño a Bella? Así que luego de que Bella se burlara junto a mi madre de mi comportamiento por haber estado sumamente nervioso antes de hablar con Charlie, Bella consiguió despegarse el teléfono de la oreja y despedirse cariñosamente de Esme por lo que después me pasó el móvil donde crucé un par de palabras con mi madre antes de que esta se despidiera de mi haciéndome prometer que me alimentaria bien y que cuidaría de Bella.

Esa mañana recuerdo que Bella hizo algunas compras más, aprovechando que pasamos junto a la única librería del pueblo decidió comprar un libro para Angela ya que pronto seria su cumpleaños número 24, a Bella todavía le faltaban unos meses para cumplir años pero debía pensar en un buen regalo para ella, sonreí al pensar que cuando ella cumpliera los 24, en Septiembre, nosotros ya estaríamos casados.

A Angela, al igual que a mi novia, le encantaban los libros de literatura así que el libro que compró Bella era un libro de poesía pues según ella Angela era toda una romántica y le encantaba la poesía así que ese sería un buen regalo. Después de nuestra rápida visita a la librería y tras pasar un rato más decidimos volver a casa ya que pronto serian la una de la tarde pero por el camino Bella se encontró con un antiguo compañero de instituto aunque más bien yo diría que él la andaba buscando a ella.

-¡Ey Bella!-escuchamos gritar a alguien a nuestras espaldas mientras caminábamos charlando de regreso a casa. Bella se estaba burlando de mí porque me gustaba ocupar toda la cama para dormir.

-¡Bella!-volvió a gritar una voz masculina por lo que tanto Bella como yo nos volteamos a ver quién era el autor de dicha voz-

¡Bella! Wow ¡eres tú!-exclamó un chico bastante alto aunque no tanto como yo, rubio y con los ojos grises de cuerpo fornido y musculoso, creo que se pasó con el gimnasio…

Miré interrogante a Bella y ella me devolvió la misma mirada, al parecer tampoco reconocía a aquel tipo.

-Eh… Hola-murmuró aturdida mientras aquel tío, que no se por qué ya me caía mal, que anteriormente se encontraba a unos metros de distancia de nosotros se acercaba a paso ligero hasta donde Bella y yo nos encontrábamos.

-¡Hola!-saludó efusivo mientras se abalanzaba a darle un abrazo a MI novia.

¿Pero qué diablos hace? ¿Quién se cree que es? Estaba logrando que comenzara a cabrearme.

-¿Me recuerdas?-esbozó una sonrisa después de soltar a Bella la cual realmente no había correspondido su abrazo, más que nada porque estaba en completo shock.

-Ummm… lo cierto es que no-admitió algo apenada cuando logró recomponerse-lo siento… ¿tú eres?

-¡Matt! ¡Soy Matt!, Matthew Stahl.

Santo Dios, ¿qué he hecho para merecer esto? ¡Era el estúpido del que Bella y Victoria habían hablado! ¡qué mala suerte la mía tener que encontrármelo! Hubiera vivido feliz sin conocerlo.

- Estuvimos en el instituto juntos ¿recuerdas? Íbamos a la misma clase, incluso llegamos a salir juntos un par de veces-aclaró

¡¿QUÉ?!

¿Cómo que salieron juntos? ¿Acaso fueron novios? Pero si Bella me había dicho que jamás le gustó…

¡Dios! Este tío me estaba poniendo histérico y paranoico.

-uhm… Matt-frunció pensativamente el ceño mientras el susodicho se la comía con la mirada al mismo tiempo que sonreía como un gilipollas ¡que ganas me estaban entrando de borrarle esa estúpida sonrisa suya de un buen puñetazo!

-¿El mismo Matt que era capitán del equipo de futbol…?-inquirió Bella forzando una sonrisa

-El mismo-concluyó sonriente el idiota.

Me gustaría ver qué tanto podría sonreír después de que mi puño se estrellara con su boca…

-Ah… mmm, bueno….esto… me alegro de verte, estás muy cambiado casi ni te reconozco-Bella trato de sonar amable.

Mis manos inevitablemente se cerraron en puños fuertemente provocando que mis nudillos adquirieran un color blanco debido a la fuerza y tensión que estos ejercían, ¡diablos! Nadie se podía imaginar la rabia que estaba sintiendo en este momento

Él era el estúpido capitán del equipo de fútbol que había estado detrás de Bella en la secundaria, el jodido capital del equipo de fútbol.

-Mira él es… -comenzó a hablar Bella mientras me señalaba, supongo que ahora ella me presentaría

¡Genial! Ahora tendría que fingir ser amable con alguien que realmente acababa de comenzar a odiar. Bueno al menos sabría quien era yo y donde lo dejaba eso a él.

Yo era el prometido de Bella, él era una mierda insignificante.

-Cuando escuché a Charlie mencionar que vendrías a Forks ¡casi no me lo podía creer!-dijo interrumpiendo a Bella sin dejarla terminar de hablar e ignorándome completamente a mí, hasta dudo que se hubiera percatado de mi presencia

- Hace años que no te veía Bells-pronunció su nombre con tono seductor. Puaj

¿Bells? ¿Cómo que Bells? ¿Por qué la llama así? El idiota se estaba tomando demasiadas confianzas con ella y eso me cabreaba aun más.

-En las pocas veces que has vuelto a Forks jamás hemos coincidido, ya sabes, yo suelo viajar mucho, sigo en eso del fútbol y lo cierto es que me va muy bien, ¿no me has visto nunca en televisión? Me han hecho muchas entrevistas y reportajes, probablemente el próximo año reciba algún premio u homenaje-presumió

¡Jesús! Encima el tío era flipado y creído, ¡una autentica joyita!

-No la verdad nunca te vi en televisión, en realidad no es que pase muchas horas viendo la tele así que…-se encogió de hombros la vez que retrocedía disimuladamente unos pasos ya que el imbécil de Matt cada vez se acercaba más a ella acortando el espacio que les separaba

-Y ¿qué te trae por aquí Bells?-dijo el muy cretino sonriéndole coquetamente como intentando ¿deslumbrarla?

Ug ni si quiera sabía cómo deslumbrar a una chica.

-Pues la verdad es que yo y mi prom… -y cuando iba a decir que era su prometido el desgraciado volvió a interrumpirla.

Jodida mierda. ¡Esto era insoportable! Y lo peor es que seguía devorándola con la mirada, era frustrante ver que no se cortaba ni un pelo en coquetearle incluso sabiendo que yo estaba delante… ¿qué no tenía ni un poco de sentido común?

No me sentía con la fuerza ni el control suficiente para hablar pues sabía que si lo hacía lo menos que haría sería hablar ya que en estos momentos sentía un gran impulso por partirle la cara al cretino que tenía delante

¡Joder! ¡Contrólate Edward! No eres un cavernícola….

Me trataba de convencer a mí mismo que no era ningún hombre del as cavernas pero qué mierda ¡no me importaba ser un cavernícola con tal de pararle los pies a Don "Hola Bella, soy irresistible"!

¡Dios, necesitaba relajarme! intenté respirar profundamente varias veces pero eso no ayudó mucho ya que por el contrario yo seguía enfadado y comenzaba a sentirme más molesto a medida que escuchaba como el tipo le seguía hablando a Bella.

-¡Espera! ¡Llevamos años sin vernos! Seguro que tenemos mucho de qué hablar ¿qué te parece si te invito a cenar esta noche? Así podemos hablar y ponernos al día-sugirió descaradamente mientras le colocaba uno de sus mechones de pelo color café detrás de la oreja.

Eso fue lo último que necesité para quedarme totalmente en blanco, ¿le acababa de pedir una cita a Bella? ¿Y después le había coqueteado? ¿En serio lo había hecho? Esto era el colmo, este tío estaba tentando mi paciencia.

Y yo podía llegar a tener tan poca paciencia…

-Lo siento, pero he quedado con Leah-se excusó Bella sorprendida ante el descaro de aquel hombre. Me consuela que ella se esté dando cuenta al menos de lo sumamente gilipollas que era el tipo que tenía frente a ella.

-Podría acompañaros-insinuó tranquilamente.

Bella respiró hondo también impacientada. ¡Ok! Aquí se termina el juego.

Estaba extremadamente celoso y el cabrón no paraba de insinuarse, así que con la mandíbula desencajada y con los labios tan tensos que prácticamente eran una línea recta agarré de manera MUY posesiva y tal vez hasta algo brusca a Bella de la cintura y la atraje hacia mí ganándome que aquel chico me fulminara con la mirada ¡vaya al parecer ahora si se había percatado de mi presencia! ¡Jódete! Pensé para después mascullar un "gilipollas" entre dientes que para mi desgracia el muy imbécil no escuchó o si lo hizo no dijo nada.

-¿Sabes? Es de pésima educación que… -comencé a decir pero Bella apretó disimuladamente su mano en mi espalda y me miró rogando porque no protestara. Ella sabría que esto no iba a terminar bien si yo me molestaba. Y ya estaba muy molesto.

No pensaba hacerle caso, quería gritarle un par de cosas a ese chico pero ella se puso a hablar rápidamente. Tanto que se atropelló con sus propias palabras y creo que el chico pensó que ella se puso nerviosa por él o algo similar porque sonrió de una forma que incitaba aún más a golpearlo.

-Ya… pero ¿sabes? es una salida de chicas, tú entiendes, en plan Leah, yo y quizás unas amigas…

-No está bien que un grupo de chicas guapas salgan solas, ¿qué opinas si mejor llamo a un amigo?, podríamos salir los cuatro, Leah, mi amigo, tú y yo-mi paciencia realmente tenía un límite y este gilipollas se estaba ganando una hostia, y de las buenas.

-No te preocupes-hablé de una buena vez aunque más bien sonó como un gruñido

-Yo me ocupo de que mi prometida no salga sola-escupí las palabras con rabia aunque la satisfacción que sentí al ver su cara de confusión, no tenia precio, ¡era como tocar las nubes!

No era tan bueno como tener un orgasmo, pero ¡diablos! me conformaba.

-¿Qué? ¿Tú quién demonios eres?-me miró con hostilidad, probablemente no con tanta intensidad como la mirada de odio que yo le estaba dando.

Este tío era tonto, ¿quién iba a ser si tenía a Bella agarrada e la cintura? Realmente me ponía de mala hostia aunque al parecer no era el uno que estaba del mal humor ya que Bella no se quedaba atrás puesto que el tono enfadado de su respuesta me sorprendió.

-Él es mi prometido-recalcó molesta en voz alta y clara dejando a Matt sorprendido y con el rostro pálido

-Edward Cullen, encantado-dije cínicamente mientras sonreía burlón ante su atenta mirada.

-¡¿Te casas?!-exclamó como un demente pero ni si quiera dejó que Bella contestara a su pregunta-¿Por qué?

-Bueno es lo que se suele hacer cuando dos personas se quieren-contestó tranquilamente Bella como si estuviese tratando con un niño de 5 años, bueno él parecía de 4.

-Además Matt, con todo mi respeto, pero no tengo por qué darte explicaciones de lo que hago con mi vida-apuntó nuevamente con ese tono enfadado en la voz.

-¿pero por que él Bella? Siempre me has gustado y pensé que esta visita a Forks no había sido casualidad, digo en el instituto parecía gustarte-solo dos palabras, patético y mediocre. Eso era él.

Pobre iluso, ahora me daba pena, ¡era patético! ¿Acaso no se daba cuenta que esta mujer tenía dueño y que obviamente estaba muy, pero MUY lejos de su alcance?

-¿Qué? Vamos, no seas absurdo Matt, si he venido a Forks ha sido para decirle a mi padre que me caso para nada más…-murmuro cabreada

-¡Dios no has cambiado nada! Siempre fuiste tan inmaduro y tan….crio, por eso nunca acepté salir contigo, y ¡diablos! nunca me gustaste, a pesar de los años sigues siendo un niñato-explotó cansinamente mientras él se quedaba callado

-Mejor vámonos Edward por favor, es tarde y mi padre nos estará esperando-pidió Bella mientras soltaba mi cintura para así poder agarrar mi mano pero, antes de marcharnos, yo me permití darme un pequeño placer así que me acerque hasta Matt y simplemente le dije:

-Un placer, colega-dije claramente burlándome mientras le daba una palmadita "amigable" en el hombro para después acercarme un poco a él y murmurarle una pequeña advertencia que Bella no logró escuchar

-por cierto, amigo, si vuelvas a coquetear con mi prometida te parto la cara, gilipollas. No voy a ser tan amable y paciente como lo he sido hoy, tenlo por seguro. –amenacé muy seriamente.

-mejor consíguete una jodida vagina y olvídate de Bella-aconsejé y palmeé de nuevo su hombro para después dejarlo paralizado mientras tomado de la mano de Bella me alejaba a grandes pasos con una sonrisa triunfal en la cara hacia la casa de Charlie.

BELLA POV

Estaba muy, muy enojada, de hecho estaba realmente cabreada.

Ese tío seguía siendo un autentico retrasado mental y yo que por un momento me había alegrado hasta de verlo, después de tanto tiempo pensé que podía haber cambiado ¿algunas personas cambian no? Pero él jamás lo haría, mira que pensar que había venido a Forks por él, ¡demonios estaba enfermo! Pensar eso era ¡absolutamente patético! Estaba muy molestar por la manera en la que le había hablado a Edward, definitivamente eso era lo que había hecho que estallase y que terminara por enfadarme completamente.

Pasados unos minutos en los que ambos permanecimos callados—sobre todo porque si yo abría la boca solamente sería para dejar que por ella saliesen miles de insultos y no quería descargar mi enojo con Edward— alcé el rostro, ya que mi mirada estaba clavada en el suelo como si mis pies fueran algo muy interesante en ese momento, para así poder fijar mi mirada en Edward.

Él todavía seguía algo enfadado también, pero sin duda ahora estaba más relajado, sabía que hace unos cuantos minutos había estado a una milésima de segundo de pegarle un puñetazo a Matt, es más, juraría que si nuestra conversación con ese intentó de hombre — porque seguía siendo un crio inmaduro— llega a alargarse un poco más, realmente me hubiese sido difícil evitar lo inevitable conociendo el temperamento que Edward podía llegar a tener, especialmente cuando se trataba de mi….

Estaba más que segura que Edward se había tenido que morder la lengua para no soltar una burrada de insultos por lo que su rabia contenida debía de aún ser mayor así que en cierta forma estaba muy sorprendida de que hubiera tenido tanta paciencia y no huera golpeado, amenazado o insultado a Matt, aunque quizás más bien eso se debía a su estado de shock cuando descaradamente Matt, tras saludarme, había comenzado directamente a coquetear conmigo.

¡Joder que llevaba un pedrusco en la mano y un hombre se encontraba a dos centímetros de mí! ¡Y además me tenía agarrada a él! ¡Me tenía agarrada! ¿No son esas pistas suficientes? Ya hay que ser tonto para no darse cuenta que ese hombre que tenía junto a mí, era mi novio.

-Sera cerdo-mascullé indignada

-Si me lo vuelvo a encontrar lo mato-refunfuñé entre dientes en un tono de en voz bajo mientras aun caminaba tomada de la mano de Edward.

-Si quieres podemos volver, aún estamos a tiempo de darle una buena paliza-insinuó ya que al parecer me había escuchado

-yo encantado me encargo de dejarle la cara hecha un cuadro y, tú puedes darle una de tus buenas patadas en los huevos, por experiencia sé que tienes practica y las das genial… -añadió logrando que sonriera al recordar una de las pocas veces que yo le había propinado una de esas patadas a él.

Uhg no debí golpear a Eddie Jr. con lo mucho que me gustaba mimarlo ahora… Bueno, eran otros tiempos y otras circunstancias ¿qué iba a hacer? Se merecía ser golpeado ahí.

-Eso me encantaría pero dar una paliza a alguien es un delito ¿sabes? así que Charlie no estaría demasiado feliz-me lamenté con una leve sonrisa, ¡este hombre siempre conseguía que mi estado de ánimo mejorase! Por eso lo amaba tanto.

-¿¡Delito!?-exclamó exageradamente

- Oh, vamos lo único que puede ir contra la lay es lo que ha hecho ese cretino, solo le ha faltado cogerte de las manos y plantarte un beso-gruñó con repugnancia

- Claro, antes de dejar que te bese lo mato-susurró para sí mismo

-Te ves más tranquilo-le piqué sonriendo ya que durante nuestro encuentro con Matt para nada había estado relajado-

Pensaba que en cualquier momento saltaría a él como un león salta hacía su presa para matarlo. Me alegro de que no lo hubiera asesinado aún quería casarme en una iglesia y no en una prisión.

-Tú también-se burló de vuelta mientras me miraba

-hace dos segundo ibas hecha una furia, hasta tenía miedo de hablarte-bromeó aunque la parte de ir hecha un furia era totalmente cierta.

-Sí, pero hablar contigo siempre me relaja-admití sinceramente

-¿se puede saber por qué tú no estás enfadado?-pregunté extrañada de no tener que estar sujetándole en este momento para que no fuera a buscar a Matt y partirle la cara, aunque no sé si realmente hubiera impedido que fuera, puede que incluso lo hubiera acompañado…

¡Bella! ¡Para!, ¡tú eres una mujer pacifica! ¡Nada de violencia!

-Créeme lo he estado, realmente lo he estado-aseguró

-sobre todo cuando comenzó a decirte estupideces y a pasarte el pelo detrás de la oreja… ¡Dios! Solo podía pensar ¿de qué va? ¿Qué diablos está haciendo? Quería golpearlo -dijo ahora con voz hostil

-pero entonces he visto la cara de imbécil que se le ha quedado cuando le has dicho que era tu prometido y mi enfado ha disminuido considerablemente-rió complacido y con un toque de malicia.

-Además no pienso ir a la cárcel por matar o golpear a alguien, no cuando tengo algo sumamente importante que hacer-me miró sonriendo, y yo le devolví la mirada interrogante. No entendía lo que quería decir.

-Tú sabes, tengo que casarme contigo dentro de dos meses-explicó respondiendo a mi pregunta no formulada-Jamás te dejaría plantada en el altar-dijo convencido.

-Más te vale no hacerlo, Cullen-le señalé con un dedo mientras intentaba mirarlo de forma amenazadora

-¡Oh! y, después de la boda tampoco puedes matar a Matt-murmuré como si nada mientras sonreía-digo, tienes que cumplir tu promesa-dije como si fuera obvio y esta vez fue él quien me miró sin entender

-Tienes que estar conmigo toda la vida.- esclarecí sonriendo muy ampliamente y mirándolo a los ojos profundamente.

Edward al escuchar mis palabras se detuvo en medio de la acera por la que caminábamos—donde no había demasiada gente—, se volteó hacia mí quedando nuestros cuerpos encarados y acunó mi rostro entre sus manos ante de hablar

-No solo voy a estar contigo toda la vida, te prometo que estaré contigo toda la eternidad porque ni la muerte será capaz de separarme de ti Bella-dijo y no sé por qué pero sentí que sus palabras eran más ciertas de lo que ambos podíamos imaginar, el amor que sentíamos era demasiado fuerte como para que la barrera de la muerte lo destruyera.

()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()() 31 Agosto 2011 ()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()() ()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()()

(*): Hace referencia a Mowgli, el protagonista de "El libro de la selva"

¡Y…. aquí la segunda parte! :)

Se me hizo raro no poner ninguna imagen, pero la verdad no surgió, aun así espero que os guste, y que lo hayáis disfrutado. En este capi utilicé la idea que me dio Idtamary(Muchísimas gracias, ella inspiró el encuentro Matt/Edward/Bella) su idea me encantó y la puse en marcha, ya sabéis que soy toda oídos y siempre estoy abierta a nuevas propuestas, en el capi anteriorhilarycullen17me dio otra idea que también pronto escribiré.

Este sí que ya será el último Charlie POV de esta historia así que espero que os haya gustado ver la historia un poco desde su perspectiva, he tratado meterme en la cabeza de Charlie de la mejor forma, ojala lo hayáis disfrutado :

)

Acerca del Autor

Nos dedicamos a brindar información a todos los fans de la Saga Crepúsculo. Desde entonces nos hemos encargado de cubrir premieres, eventos, actualizar día a día nueva información sobre el cast. Después de que terminó la épica Saga en Noviembre del 2012, seguimos los proyectos de cada actor como corresponde.
Lee más en: Conócenos

3 comentarios:

  1. wow que historia.....plis sube mas capitulos no me dejes con la intriga!!!!!!!!

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  2. Anónimo10/13/2011

    HAY ESTA FABULOSA LA HISTORIA ESTABA ENBOBADA ME ENCANTO

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  3. esta muy genial el cap se me estaba cayendo la baba por el !!!!<3<3<3<3<3<3<3

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